Un grupo de veterinarios pide legalizar el engorde de ganado con clembuterol

El catedrático de Fisiología animal de la Facultad de Veterinaria de Madrid, Marlano Illera, y otros profesionales que han participado en un seminario organizado por el Colegio de Veterinarios de Segovia, se han mostrado partidarios de la legalización de productos para engorde artificial del ganado, como el clembuterol, argumentando que es la única forma de que se administre controladamente y, por tanto, que se eviten daños a los consumidores.En los últimos cuatro años se han registrado en España más de un millar de intoxicaciones de personas por haber ingerido carne o vísceras de ganado vacuno engordado con clembuterol, una droga sintética prohibida por las legislaciones europea y española.

Los expertos sostienen que en la actual situación de mercado negro, los ganaderos están utilizando productos en cuyos envases no figura etiquetado ni posología o normas de administración, lo que provoca que en ocasiones se les suministre al animal hasta muy poco tiempo antes de llevarlo al matadero. En esos casos, se mantienen residuos en el hígado del animal.

Gran parte de las intoxicaciones han ocurrido después de que los consumidores ingirieran hígado de ternera y han padecido un cuadro clínico, con una duración aproximada de 40 horas, que se caracterizó por temblores y taquicardias, acompañados frecuentemente de nerviosismo, cefalea y mialgias. Según Illera, si la administración del clembuterol estuviera autorizada y regulada no se originarían problemas de intoxicaciones alimentarias, porque los compuestos se administrarían correctamente y existiría una responsabilidad sobre ellos, tanto de los ganaderos como de los fabricantes.

Tras indicar que los ganaderos tienen derecho a obtener un mayor rendimiento económico de su trabajo, Illera sostuvo que en Europa han pesado más los motivos políticos y económicos que los científicos para mantener la prohibición de estos productos, legales en EE UU. "Si se guardan las normas sobre el uso de estos compuestos", terminó, "no existe peligro para la salud humana".