Alfonso Guerra califica a García Damborenea de "desecho del desván del socialista"

Estaba cantado desde el momento en que Alfonso Guerra subió a la tribuna del polideportivo zaragozano de La Romareda pasadas las nueve de la noche. Aunque nadie sabía en qué momento iba a responder a lo que había sucedido sólo 48 horas antes y a pocos metros, en la plaza de toros: el anuncio del ex dirigente socialista, Ricardo García Damborenea, de votar al PP, acompañado de José María Aznar. Guerra no esperó. Fue lo primero que hizo. "Se trajeron una estrella. ¡Cómo estará de personal la derecha que tuvieron que traerla del desván nuestro, del desecho".

A continuación, abandonó la tribuna y dirigiéndose al público preguntó: "¿Sabéis cuál es nuestra estrella?". Y respondió con un clamor: "¡Vosotros!". Sonó la primera gran ovación de su intervención en el polideportivo que registraba un lleno total. Y ya no volvió más sobre su viejo enemigo político García Damborenea.Guerra hizo ayer gala de sus dotes teatrales y montó un espectáculo en Zaragoza. Valiéndose del inalámbrico, como ya hizo en Mérida el pasado domingo, no paró de pasear por la tribuna, dirigiéndose al público e incluso a los periodistas a los que propuso un pacto. "Dicen que insulté en Mérida y yo no insulto. No lo dijeron los periodistas que estaban allí tomando notas sino los que no estaban, los de las tertulias radiofónicas. Voy a hacerles una propuesta -dijo mirando al espacio reservado a la prensa-. Cada vez que yo diga un insulto lo apuntan en una hoja en blanco. Si luego dicen que he insultado ahí están ustedes para confirmarlo o desmentirlo".

Ciertamente, Alfonso Guerra estuvo hábil y no insultó personalmente a nadie, pero se puso morado de relacionar al PP con el franquismo. "En España empezamos a oír voces que reivindican la etapa de la dictadura. Son algunos jóvenes del PP", empezó.

Populares y neofascistas

Volvió a la carga con las declaraciones de la candidata número tres del PP, Mercedes de la Merced, y recordó cómo propuso el pasado domingo en Mérida a Aznar que la retirara de la lista. (De la Merced había manifestado que Franco fue un defensor de los débiles). "En lugar de sacarla de la lista le organizaron un homenaje. Y ella dice, además, que es víctima de una orquestada agresión machista. ¡Van a cometer un crimen y no se les puede decir nada porque es machista!", dijo en medio de un clamor.

Guerra denunció, a continuación, que en Albacete esta misma semana, los responsables de la megafonía anunciaron el acto del PP con gritos de ¡viva Franco!. Y volvió una vez más a la carga al denunciar al sexto de la lista del PP, Gonzalo Robles Fraga, de declarar a la prensa de que "no hay que tener miedo al fascismo en Italia porque se le ha votado democráticamente". "Y hay dos candidatos del PP que dicen que no hay que tener miedo al fascismo. ¡Es a mí a quien me da miedo que vuelvan otra vez!".

Este discurso, basado en relacionar al PP con el franquismo, estuvo también secundado por los teloneros: el alcalde de Zaragoza, Antonio González Triviño, y el presidente de la comunidad de Aragón, José Marco. Este último llegó a manifestar que "el discurso de la corrupción era el de Mussolini y Hitler". El alcalde de Zaragoza dijo que el cambio que propone el PP es "el regreso a la oscuridad y a la falta de libertades". "La Democracia Cristiana internacional no quiere al PP. Los nacionalistas catalanes y vascos los han denunciado. Se van a ubicar con los neofascistas", añadió.

El broche final a este discurso lo puso Guerra al manifestar que para el PP "no existió la dictadura, los franquistas no eran tan malos y además resulta que Manuel Azaña era de derechas cuando las derechas no le dejaron vivir". "La derecha española en vez de atacar los actos delictivos de algún político ataca al sistema de partidos".