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Alegró a sus paisanos

Aunque no fue una tarde como para tirar cohetes, hubo cosas estimables, gracias a la voluntad de dos toreros, que no tanto de los toros. Hubo dos faenas compuestas y entonadas, una de Finito de Córdoba, y otra de Regino Agudo seguida con calor por sus paisanos, a los que alegró en el último de la tarde con una labor completa, que tuvo de positivo la entrega y el saber aprovechar el mejor toro del desigual y pobre encierro de Valdemoro.El toricantano se mostró nervioso en el toro de su doctorado, un mansazo que huyó constantemente del caballo. Derechazos enganchados y una tanda cortita de naturales de limpio trazo resumen su faena. Sin embargo, en el sexto cambió el panorama. Unas verónicas rápidas y jaleadas de salida caldearon el ambiente

Valdemoro / Ojeda, Finito, Agudo

Toros de AmparoValdemoro, tres primeros chicos y muy cómodos; 4º, 5º y 6º mejor presentados; lo, sospechoso de pitones; todos blandos y de juego irregular. Los anunciados de Sepúlveda fueron rechazados por falta de trapío. Paco Ojeda: silencio; algunos pitos. Finito de Córdoba: oreja; palmas. Regino Agudo, que tomó la alternativa: ovación; dos orejas; salió a hombros. Plaza de Aranjuez, 30 de mayo. Tres cuartos de entrada.

Después pondría en suerte ante el varilarguero al toro, con un sabroso galleo por chicuelinas, y ejecutaría un quite por chicuelinas de manos bajas rematadas con un airoso recorte.

El diestro local empezó su faena de rodillas, con una tanda de redondos que abrochó con un excelente pase de pecho una vez recuperada la verticalidad. Dio distancia y desarrolló una faena entusiasta. Hubo gusto y variedad, y, aunque estuvo cicatero con la izquierda, dibujó una buena serie.

Finito de Córdoba toreó bien, elegante y templado a su primer torillo, y cuando pudo manejó el capote con la prestancia y el buen corte que le caracterizan. A su segundo toro le consintió, y no dejó de intentar una faena imposible ante semejante marmolillo.

La nota negativa de la tarde corrió a cargo de Paco Ojeda. Que no tuvo un lote muy agraciado, sí; pero que estuvo carente de recursos y perfilero, también. Parecía estar en otro planeta. De todas maneras, la música sonó en sus dos faenas. La banda estaba loca por tocar, cuestión más que evidente.

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