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Los sindicatos y la patronal de banca pactan un aumento del 2,75% tras dos años de bloqueo

La negociación colectiva ha experimentado un fuerte impulso en los últimos cuatro días. El lunes pactaban su convenio los trabajadores de construcción y en la madru gada pasada eran los empleados de banca privada los que lograban un pacto tras dos años y medio de bloqueo. En los dos casos, CC OO y UGT han aceptado para más de un millón de trabajadores subidas inferiores al IPC previsto -el 3,5%-. El sector financiero ha acordado para este año y 1995 un incremento salarial del 2,75%. Además se compromete a discutir un acuerdo para sustituir la ordenanza.

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Los dirigentes de la patronal de la banca privada AEB y de los sindicatos subrayaban ayer que el acuerdo logrado en la madrugada pasada es "responsable y equilibrado". José Luis Leal, presidente de la AEB, declaró a EL PAÍS que el convenio "es positivo y hemos negociado hasta las centésimas". Su secretario general, Manuel Torres Rojas, responsable de las negociaciones, utilizó palabras similares, y aseguró que el sector se ha "dotado de un espacio de tranquilidad para entrar a fondo en las mesas de trabajo". En ellas van a discutir la sustitución de la ordenanza laboral, las categorías profesionales, la jornada y la formación.El convenio tiene cuatro años de vigencia, ya que el bloqueo de las negociaciones se prolongaba desde 1992. Durante los últimos tres ejercicios, la patronal bancaria aplicó unos incrementos salariales a cuenta ante la ausencia de pacto. Ahora han suscrito para 1992 un incremento salarial del 5,8%, para 1993 el 3% y para 1994 y 1995 el 2,75% sin cláusula de revisión.

Ese aumento salarial para este año rebasa las recomendaciones de la patronal CEOE. También entra en contradicción la reducción de jornada y la ausencia de cláusula de descuelgue prevista para empresas en crisis, que en el sector bancario podría haber sido aplicable a Banesto. Manuel Torres Rojas argumentó que el convenio "es un todo muy complejo" y en este caso se trata de "un parto laborioso para cuatro años", mientras que las recomendaciones de la CEOE son sólo para este ejercicio. El secretario general de la AEB reconoció que incluye puntos diferentes a los recomendados por la cúpula patronal y, en cuanto a la ausencia de cláusula de descuelgue, aseguró que Banesto no la ha pedido. "Banesto", dijo, "está en proceso de saneamiento y tiene detrás al Santander, que no ha considerado necesaria esa cláusula. Además hubiera dificultado aún más las negociaciones".

La discusión del convenio de banca privada se ha prolongado durante dos años y seis meses. En diciembre de 1992 patronal y sindicatos estuvieron a punto de lograr un acuerdo, pero UGT se opuso. Ayer, el dirigente ugetista Jorge Díez dijo que sus reticencias de entonces se debieron, sobre todo, a que no había un compromiso para sustituir la ordenanza y para desarrollar el convenio. "UGT ha reconocido las circunstancias económicas de crisis", afirmó. "Y que era necesario un marco referencial y ahora hemos compensado la oferta salarial con más contenidos y una reducción de jornada". En su opinión, se trata de un convenio positivo para los trabajadores, que "recompone la unidad de acción en tiempos de crisis".

La dirigente de CC OO, María Jesús Paredes, cree que "cada momento tiene su convenio y este es bueno para la cultura que defendemos de responsabilidad y de no ir a salarios al alza". Para la sindicalista es muy importante la reducción de jornada, con dos sábados libres más este año, a los que se suman otros dos el próximo año. También le parecen importantes las compensaciones salariales pactadas para los administrativos, "el colectivo menos favorecido" en su opinión.

Ni María Jesús Paredes ni Jorge Díez creen que su convenio tenga que servir necesariamente de referencia para otros sectores. La dirigente de CC OO cree que "globalizar la negociación colectiva no tiene sentido. Este año se están viendo esas diferenciaciones según la situación de las empresas y de los sectores". El responsable ugetista coincide en que "cada convenio tiene su singularidad", aunque reconoce que "los primeros que se firman condicionan el resto. Este año no van a primar los contenidos salariales, sino elementos cuantitativos que compensen la pérdida de poder adquisitivo".

Sirvan o no de referencia para otros convenios, la banca y la construcción han logrado romper el bloqueo que venía sufriendo la negociación colectiva este año. El pacto de la banca privada afecta a 162.000 trabajadores y el de construcción, a casi 900.000. En éste se ha acordado una subida del 2,5% con una cláusula de revisión que garantiza el cobro de todo lo que se desvíe la inflación real sobre la prevista.

En el sector del cemento, en cambio, no ha habido avances. Estos trabajadores realizaron ayer una huelga para reclamar a la patronal un convenio estatal para los más de 50.000 asalariados. Según los sindicatos, el paro afectó al 80% de las plantillas y, según los empresarios, tan sólo al 5%. Luis Poveda, dirigente de CC OO, aseguró que "del mismo modo que hemos paralizado la reforma laboral redactada por el Gobierno en el sector de la construcción, vamos a conseguir que no entre en el sector de derivados del cemento".

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