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Serbios, musulmanes y coatas cambian la trinchera en Bosnia por la negociación

Los protagonistas de la guerra de Bosnia intentan regresar a la situación previa al 21 de febrero, fecha del primer ultimátum de la OTAN. En un lujoso hotel de Talloires, en los Alpes franceses, se reunieron ayer líderes de las partes en conflicto. Era la primera vez en cuatro meses. Asuntos a tratar: alto el fuego, relación de la federación croata-musulmana con los serbios bosnios y reparto territorial.

El grupo de contacto formado en abril por Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido ha desplazado a los mediadores tradicionales, David Owen y Thorvald Stoltenberg, quienes se han visto definitivamente relegados. Ambos abandonaron Ginebra tras mantener una ronda privada de contactos. El objetivo ahora, tras el desastre de Gorazde, es lograr un acuerdo tripartito entre croatas, musulmanes y serbios que asegure el fin de la guerra.La clave de todo pacto vuelve a ser el reparto territorial. El grupo de contacto ofrece un 51% a la federación croato-musulmana y un 49% a los serbios de Bosnia. Los primeros demandan un siete por ciento más y los segundos, que controlan militarmente el 70% de Bosnia-Herzegovina, se niegan a hacer. más concesiones.

"No hemos venido a negociar, sino a intercambiar ideas", declaró el presidente del autoproclamado parlamento serbio de Bosnia, Momcilo Kirajisnik. Frente a él, y formando por primera vez un equipo negociador, se sentaban el primer ministro bosnio, Haris Siladjzic, y Kresimir Zubak, líder de los croatas bosnios.

Las diferencias son, de partida, enormes. En el asunto del alto el fuego, los serbios demandan uno general e indefinido y no de cuatro meses, como solicitan los musulmanes, pues, a su juicio, éste: favorecería el rearme de la Armija (Ejército bosnio, de mayoría musulmana). En la partición territorial de Bosnia-Herzegovina, la nueva federación croato-musulmana insiste en que los territorios con mayoría de cualquiera de estas dos etnias en el censo de 1991 deben quedar bajo su control. Otro asunto capital es determinar si los territorios serbios se incorporarán a la federación croato-musulmana, se fusionarán con Serbia o permanecerán independientes.

El general Michael Rose, comandante en jefe de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas en la república, aseguró ayer en Bosnia central, donde se ha entrevistado con distintos jefes militares de la Armija, que los musulmanes deben renunciar a la tentación militar, pues no están en condiciones de obtener una victoria significativa, ni siquiera en el caso hipotético de que se levantara el embargo.

Las fuerzas bosnias prosiguiero ayer sus ataques en el frente de Tesanj, en el norte de Bosnia. En esta ofensiva, los musulmanes han contado con ayuda de la artillería croata que, por primera vez desde febrero, ha actuado junto a su antiguo enemigo.

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En Brcko, la tensión es enorme. El general serbio Novica Simic, responsable del sector, advirtió del peligro de un recrudecimiento de las hostilidades y acusó a los croatas y musulmanes de lanzar ataques indiscriminados contra la población civil serbia.

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