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Un marroquí detenido afirma que su grupo pasaba armas a los integristas argelinos a través de España

La policía marroquí ha desarticulado una red clandestina que se dedicaba a dar apoyo humano y armado al movimiento integrista radical argelino y cuyas ramificaciones inter nacionales pasaban, presuntamente, por la localidad malagueña de Fuenguirola, en la Costa del Sol. Así se desprende de unas declaraciones efectuadas a las autoridades de Marruecos por Hassan Aghiri, un opositor al régimen de Rabat, residente en Madrid y recientemente detenido en Marruecos con un gran alijo de armamento, en compañía de otras siete personas: cinco marroquíes y dos argelinos.

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Primeras señales de alarma

Hassan Aghiri -un comerciante de 34 años, residente en España y fundador en Málaga del Movimiento de Demócratas Oposito res Marroquíes- fue detenido a finales del pasado mes de abril junto con otras siete personas, dos de ellas de nacionalidad argelina, acusadas de estar implicadas en una organización de apoyo al movimiento integrista radical argelino. Entre los su puestos implicados se encuentran varios obreros, un maestro, un funcionario de la Administra ción local y el jefe de servicios del departamento de Urbanismo y Equipamlento del Ministerio del Interior en Rabat.Las supuestas implicaciones de Aghiri con el movimiento integrista radical se remontan, se gún la policía marroquí, a 1981, cuando se trasladó por primera vez a Irán. Desde entonces alternó su residencia, su trabajo y sus estudios de lengua alemana en París con diversos desplazamientos a Teherán, donde se acabó convirtiendo al shiismo.

La residencia definitiva, sin embargo, la estableció a caballo de Madrid y Rabat, y se dedicó al comercio, según se asegura en las actas judiciales y policiales.

Aghiri confiesa en las declaraciones a la policía que su implicación en la red de apoyo a los integristas argelinos surgió como resultado de sus vinculaciones con un ciudadano marroquí, apellidado Yussef, asentado en Bélgica, quien le propuso, en diversas ocasiones y en el transcurso de entrevistas celebradas en Rabat, la creación de un movimiento islámico en Marruecos.

Red de apoyo

El amigo propuso a Aghiri, siempre según la declaración prestada por éste, que participase en la red de apoyo al movimiento integrista argelino, aduciendo que se trataba de "una inversión política", ya que, una vez el Frente Islámico de Salvación (FIS) se hiciera con el poder en Argel, ellos contarían con el apoyo de esta organización islámica para llevar a término sus planes en Marruecos.Acuciado por las deudas fiscales en España y por las contraídas con su propio amigo Yussef, Aghiri se vio obligado materialmente a aceptar la propuesta, afirma, y desde entonces ha venido dando apoyo logístico para que ciudadanos argelinos puedan trasladarse a Argelia para participar en la guerra santa.

En otros casos ha sido al contrario y ha dado incluso apoyo a quienes huían de Argelia, entre los que se encontraba incluso un herido. Toda esta colaboración culminó, según su propio testimonio ante la policía, el pasado mes de abril, cuando en las cercanías de un hotel de Fuengirola recibió un coche de la marca Mercedes, cargado de armas, con la consigna de entregarlo a un contacto en Kenitra, a 50 kilómetros de Rabat, quien debía de hacerlo llegar hasta Argelia.

Tras pasar la frontera por Ceuta, declaró Aghiri, intentó establecer comunicación con su contacto para entregarle las armas, pero no lo logré y, al sentirse perseguido, acabó escondiendo el armamento en Mequinez, donde esperó instrucciones de su amigo, que se encontraba de viaje.

Esta situación de angustia se complicó con la llegada de dos refugiados argelinos, que albergó en casa de sus padres en Kenitra, y quienes huyeron al sentirse perseguidos.

Una vez detenido Aghiri, la policía localizó el arsenal entre el que se encontraban 13 pistolas ametralladoras, numerosa munición de diferente calibre, aparatos de rayos infrarrojos para visión nocturna, algunas prendas militares, dos pasaportes falsificados y algunos aparatos electrodomésticos.

La policía, a través del interrogatorio de Aghiri, establece intencionadamente una relación de sus actividades comerciales y políticas con el Movimiento Demócrata de Opositores Marroquíes, del que el fue promotor y cuyo congreso constituyente se celebró en Málaga en 1993.

El procedimiento judicial contra Aghiri ha provocado sorpresa en medios opositores marroquíes y la de su propio abogado defensor, Abdellatif Ouahbi, miembro destacado de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, de carácter independiente, que ayer se negó a hacer ningún comentario con respecto al caso.

El jucio contra Aghiri y los otros siete acusados se celebrará el próximo 6 de junio ante el Tribunal Militar de Rabat, que podría imponer a los procesados penas de hasta 20 años de prisión.

El pasado día 12 fue detenido en la localidad francesa de Beuamont Abdel Akin Botietrif, de 34 años, un ciudadano francés, de origen argelino, en un caso paralelo al de Aghiri, informa Octavi Martí. Akin fue detenido en un puesto de peaje de la autopista cuando viajaba en un BMW cargado con detonadores, cartuchos, tres pistolas y un fusil de asalto. Su tren de vida, después de tres años en el paro, y el hecho de que hubiera viajada a Argelia en compañía de miembros de la asociación Fraternité Argeliene, que agrupa a los seguidores del FIS en Francia, levantaron las sospechas de la policía francesa.

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