Jaime de Armián presenta un diario cinematográfico teñido de nostalgia

Jaime de Armiñán siempre quiso escribir un diario. Después de muchos años dándole vueltas decidió hacerlo durante el rodaje de su última película, Al otro lado del túnel, que transcurre en el Pirineo aragonés. Así nació su Diario en blanco y negro, editado por Mickel Odeón, que fue presentado ayer en Madrid en las Tertulias de Crisol por los sociólogos Lorenzo Díaz y Amando de Miguel y el actor Francisco Rabal, así como por su propio autor.No es un libro en el que este director de cine se centre solamente en la vida cotidiana del rodaje. Está trufado de recuerdos, de anécdotas y de nostalgia. "Es un diario melancólico y vivido, escrito con amor y ternura y con el profundo cariño que Jaime de Armiñán le tiene a los cómicos", señaló Francisco Rabal.

Un amor que Jaime de Armiñán volvió a demostrar ayer porque su intervención se centró en la figura de un cómico, Fernando Rey, cuya última película fue precisamente Al otro lado del túnel. "Fernando acababa de ser operado y Teo Escamilla me convenció para que fuese a verle, porque yo creía que no podría hacer la película. Leyó el guión y cuando volví me dijo que en él había un personaje. Al final la hicimos. Yo me inventé que su personaje tenía que ir muy abrigado, con una bufanda y un bastón para que estuviese cómodo' en un rodaje que muchas veces tenía que hacerse en las cañadas de los Pirineos. Jamás me imaginé que esta película sería la última que iba a hacer. Ahora nos ha cabido el triste honor de haber cerrado la historia de uno de los más grandes actores del cine español", aseguró Armiñán.

Recuerdos

Con un discurso teñido de nostalgia, el director de Mi general, recordó también la figura de otro amigo suyo, Manuel Pilares, al, que describió como "un escritor del café Gijón" que durante 50 años mantuvo un diario. "Hay cientos de miles de diarios, pero yo añoro el que nunca leí: el diario de mi amigo Manolín Pilares, anarquista de vocación, enamorado de la antigua URSS y uno de los mejores cuentistas que nacieran en la sufrida España". Estas palabras se encuentran al principio del libro, que arranca un jueves 23 de septiembre y termina un sábado 6 de noviembre.Lorenzo Díaz, que actualmente prepara una historia de la televisión, llevó el agua a su molino. "Lo mejor de nuestra televisión pasa por la mano de persona es como Armiñán, lbáñez Serrador o Adolfo Marsillach y, curiosamente, son todos niños republicanos". Díaz hizo una semblanza del entorno familiar del autor de Diario en blanco y negro y relató algunas anécdotas de su infancia. Por ejemplo, cómo Armiñán fue testigo de la caída del avión del general Mola o cómo se salvó por los pelos de morir por una bala perdida el 17 de julio de 1936.

Amando de Miguel describió el libro como "una obra intimista que se adscribe a un género muy poco prodigado en España".