Carlos Andrés Pérez pasa su primera noche en prisión en una 'suite' con todas las comodidades
ENVIADO ESPECIAL Pocas horas después de que el ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez ingresara en la suite más confortable de una penitenciaría calificada como de "cinco estrellas" un compatriota sabio recordaba la vieja certidumbre de que únicamente se administra justicia cuando litigan dos pobres. El hombre que entró en política con 15 años edad y fue presidente de Venezuela en dos ocasiones ocupó la llamada suite número uno, equipada con cocina empotrada, comedor, nevera, televisor y una salita para recibir. Sus guardaespaldas completaron el mobiliario con un tanque de agua suplementario, teléfono celular, una maleta con ropa, un colchón nuevo y enseres personales. Posteriormente fue visitado por su hija Carolina.
Carlos Andrés Pérez, procesado con cuatro altos cargos de su Gobierno por presunta malversación de 17 millones de dólares en fondos públicos, preparaba ayer su defensa. "No hay pruebas de nada", dijo.Su entrada en el penal El Junquito, cinco estrellas en la clasificación carcelaria, provocó discrepancias entre la población reclusa. Festiva en la mayoría de los internos que aplaudió a Carlos Andrés, de 72 años, cuando cruzó el portalón de la cárcel y también le imitó en su forma de saludar brazos en alto. El anterior jefe de Estado sonrió a veces, reclamó paso al pelotón de prensa y aseguró no querer privilegios.
No todos saludaron. Un grupo de familiares de presos en horas de visita le abucheó fuerte. 11 ¡Corrupto!", exclamaban. Forzando serenidad en el porte, traje azul oscuro y corbata a rombos, Carlos Andrés Pérez declaró ser víctima de una iniquidad urdida por enemigos que se han agrupado para hundirlo.
"No huiré"
"Aquí me encuentro en el internado judicial de El Junquito, a donde me ha traido la decisión de la Corte Suprema de Justicia, que ordenó mi auto de detención ( ... ) No huí, ni -huiré. Asumiré mis responsabilidades". "Se me acusa", añadió, "de malversación sin que yo haya administrdo dinero alguno del gobierno, porque no me correspondía". En otro pabellón quedó ingresado su ministro del Interior, Alejandro Izaguirre.
El antiguo gobernador de Caracas, Antonio Ledezma, negó que Pérez estuviese montando un espectáculo: "Si se va a Miami y se fuga del país es un gallina... Y si se queda en el país es porque está haciendo teatro. ¿Quien entiende estoT'
Esta cárcel alojó antes a otros inquilinos célebres. Uno fue el dirigente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Antonio Ríos, y el segundo un antiguo candidato a la presidencia, Claudio Fermín, ambos acusados de corrupción y compañeros de militancia de CAP.
Gonzalo Rodríguez, magistrado que participó en la preparación del auto contra el fundador de Acción Democrática reconoció haber tenido problemas de conciencia pero consideró que la sentencia es histórica "no sólo para nosotros, sino que hoy en día, en el contacto internacional no hay fronteras en la lucha contra la corrupción y la pulcritud de los gastos públicos". El magistrado se extendió en consideraciones jurídicas sobre malversación genérica y "peculado doloso" que la calle ni entiende ni aprecia.
Una emisora de radio estableció una línea abierta para recabar las impresiones de la ciudadanía y su síntesis sobre el caso era así: "Baste ver como viven; como vive Carlos Andrés... ¡caramba! ¿Nos estamos chupando el dedo?. Parece mentira. Basta ver como viven esos multimillonarios, cómo viven esas mujeres. Han derrochado el dinero de la nación, ¡cómo está la nación!"
El periodista Javier Ignacio Mayorca, de El Nacional de Caracas, se ciñe más al proceso y piensa que el político detenido vulneró las normas que rigen la administración de los fondos públicos con el objetivo fundamental de erigirse en representante de algunos países en vías de desarrollo.
Un cambio trucado
El 10 de marzo de 1989 y en una operación de cambio trucada, según el expediente judicial, se ordenó la adquisición de 17 millones de dólares mediante el fraudulento canje de 250 millones de bolívares. Esa partida fue a parar a fondos reservados de Ministerio del Interior y aunque su utilización está por determinarse en juicio existe la sospecha que benefició a dirigentes políticos, de la región. "Fue víctima de la misma ambición que lo llevó a presidir la Internacional Socialista" ' agrega el periodista de El Nacional Javier Ignacio Mayorca.
No piensa así el procesado ni cree que su imagen en el extranjero haya quedado dañada. "La acusación contra mí es que ayudé a la estabilización de la democracia en Centroamérica", señala el ex presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez.
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