Una nueva empresa controlada por dirigentes y empleados de Convergència cobró talones de Casinos
La investigación policial ha permitido determinar que al menos 10 talones de Inverama / Casinos de Cataluña destinados en 1986 a pagar otras tantas facturas de Distribución Domiciliaria, SA, y Distribución de Prensa, SA, fueron cobrados en realidad por la sociedad Lantana, SA, de la que eran accionistas dirigentes y empleados de Convergència Democrática (CDC).Esos talones, que suman 1-0 millones de pesetas, corresponderían a facturas falsas, según sostiene el querellante del caso Casinos. Esta es la segunda empresa vinculada a miembros del aparato de CDC que figura como receptora de dinero de Casinos. La otra es Faig, SA, una sociedad en la que figuraba como accionista Albert Serra Hugas, contable de CDC y de los grupos parlamentarios dé CiU.
Era la propietaria de la red de emisoras de radio Cadena 13, hoy integrada en la COPE.
La policía ha seguido la pista de los talones que, según manifestó el ex director financiero de Inverama, Jaime Sentís -que presentó a finales de 1989 una querella contra el presidente de la compañía, Arturo Suqué-, se utilizaron para pagar facturas falsas.
Desde 1985, Lantana tiene como administrador único a Francesc Xavier Angelet García, un miembro de la dirección de CDC en Barcelona y del Consejo Nacional del partido, así como responsable de seguridad de Convergència. Como accionistas figuran, además de Angelet, Carme Serra Guillén y Pere Miró Orpinell. Este último ha trabajado también para el partido nacionalista así como para empresas vinculadas a CDC, como Faig y Pigot.
"Nada que decir"
Este diario no ha logrado uña versión oficial de Convergència sobre el papel de la sociedad y las razones del cobro de los mencionados talones. Un portavoz de CDC se limitó ayer tarde a contestar que ese partido "no tenía nada que decir".Las facturas de Distribución Domiciliaría y de Distribución de Prensa pagadas por Casinos hacían referencia a trabajos de manipulación, despacho y reparto domiciliario de folletos, encargados por Casinos. Estas facturas forman parte de las que Sentís calificó de falsas, destinadas a generar dinero negro.
Los pagos de Casinos a las empresas del grupo, editor de La Vanguardia -Gráficas Especiales, Sogedisa, Distribución Domiciliaria y Distribución de Prensa- han tenido destinos diversos. Del seguimiento, de los talones llevado a cabo por la policía judicial se constata que ninguno de los destinados a esas sociedades fueron cobrados por ellas (si bien la pista de algunos de estos cheques se ha perdido), sino por las empresas Unitrón, Faig, Lantana y personas físicas relacionadas con el desaparecido diario El Correo Catalán.
La policía ha confirmado, además, otros pagos a Faig, diario Avui, Cadena 13 / Ràdio Avui, Fundació Revista de Catalunya y Unitrón, entre otros. El destino final de otros talones no ha podido ser establecido. Buena parte del dinero salido de Casinos se destinó a inyectar dinero a empresas informativas vinculadas a CDC en dificultades económicas. No es el caso de Unitrón y Lantana, que aparentemente no tienen relación con medios informativos.
El caso Casinos trascendió en enero de 1990, un mes después de que el ex director financiero de Inverama, Jaime Sentís, presentara una querella contra el presidente de esa sociedad, Arturo Suqué, a quien acusé de haber desviado más de 2.000 millones de pesetas de la empresa (cantidad que elevó a 3.000 millones en una posterior ampliación de la querella). Sentís citaba como presuntos receptores de una parte de ese dinero (600 millones, elevados a casi 1.000 posteriormente) a dos personas que pertenecían al aparato financiero de Convergència: Albert Serra, contable del partido y de los grupos parlamentarios de la coalición Convergéncia i Unió, y Francesc Gordo, antiguo responsable de finanzas del partido nacionalista. Sentís no se refería en ningún momento a Convergència, pero sí citaba la dirección de la sede central del partido.
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