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La tacañería le llevó al coleccionismo

Andy Warhol detestaba el mundo de pobreza que le rodeaba en Pittsburg. Desde los cinco anos deseó huir y al principio utilizó su fantasía. El artista dejó escrito: "Cuando era pequeño jamás salí de Pensilvania, así que utilizaba la fantasía sobre cosas que me imaginaba estaban sucediendo... Sin conocerlas, las añoraba. Sabía que Nueva York sería diverso". Desde los seis años coleccionaba autobiografíoas, concentrándose sobre todo en estrellas, niños prodigio como Shirle Temple o Mickey Rooriey.Con 20 años recién cumplidos se marchó a la gran ciudad. "En Nueva York", afirmaba., "el éxito es una carrera". Y allí comenzó como artista comercial, trabajando con Vogue, Harper's Bazar, Tiffany & Co. Se compró un peluquín, se hizo) la cirugía en la nariz, se quitó la a final de su apellido. Y con esas transformaciones se lanzó en busca del ansiado éxito.

"Quizá relacionado con la extrema pobreza en que vivió, tuvo siempre una manía, la de coleccionar" explica el director del museo, Tom Armstrong. "Incluso cuando fue rico, no quería deshacerse de nada. Al empezar un nuevo rollo en una película guardaba la caja. Anotaba hasta lo que le había, costado el taxi y archivaba recibos, invitaciones, etiquetas de botellas... Grababa todas las conversaciones por teléfono. Lo guardaba todo en cajas. Eran cajas como cápsulas del tiempo. Reunió más de 600. Parte de ello se encuentra en el. museo".

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