La autoridad extremará el rigor contra el fraude
El acontecimiento taurino del año empieza hoy en Madrid rodeado de gran expectación
La Feria de San Isidro empieza hoy rodeada de máxima expectación, tanto porque se trata del acontecimiento más importante de la temporada como por los efectos que pueda tener en su desarrollo la vigilancia del fraude, que se va a llevar con el máximo rigor, según anunció el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Arsenio Lope Huerta. Un total de 27 festejos se van a celebrar ininterrumpidamente en Las Ventas desde esta tarde hasta el 9 de junio e incluso podrían prolongarse con la coda de tres corridas extraordinarias los días 10, 11 y 12 del mismo mes, una de ellas con victorinos.
De los 27 festejos, 22 serán corridas de toros, tres novilladas y dos espectáculos de rejoneo, con participación de los mejores toreros. Falta sólo Joselito, que no llegó a un acuerdo con la empresa y su ausencia ha sido lamentada por la mayor parte de los aficionados.El toro dará la medida de la valía real de los diestros, si por fin salta a la arena en plenitud de facultades. Aunque las impresiones no pueden ser optimistas, si se consideran significativos los precedentes, pues en las ferias de principio de temporada -Fallas de Valencia y Sevilla- los toros salieron con un trapío discutible, sospechosos de pitones y aquejados de una invalidez generalizada, que les hacía prácticamente inservibles para la lidia.
La tolerancia de los presidentes y la pasividad de los públicos, no obstante, daban por válido este género, con beneficio para las figuras que los habían de lidiar, pues su falta de agresividad y nula fortaleza les facilitaban esos triunfos que se han magnificado como si se tratara de auténticas gestas.
Madrid, sin embargo, no ofrece tantas facilidades; su público es más analítico; determinados sectores de aficionados reaccionan con intransigencia ante la inautenticidad del toro y de su lidia, y por estas razones la Feria de San Isidro constituye una especie de reválida para las figuras y las promesas que vienen triunfadoras de otros pagos.
Bien es cierto que la plaza ha perdido parte de su autoridad con el paso del tiempo, precisamente por el cambio experimentado en el público. Hace una década, había más aficionados y menos espectadores de aluvión, mientras ahora llena hasta la bandera Las Ventas un público que en su inmensa mayoría sólo se interesa por la fiesta en estos días de feria, y le importan menos la integridad del toro y la pureza del toreo, que presenciar el triunfo de las figuras.
Los aficionados de siempre, en cambio, continúan manteniendo el interés por el toro de trapío y encastado y aclaman sin reservas al torero que tenga el valor y la técnica necesarios para dominarlo. Con lo cual defienden los valores esenciales de la fiesta, que la convirtieron en un espectáculo emocionante y artístico sin parangón con ningún otro en el mundo.
La gran novedad de este año es que, al parecer, esas voces de la afición que reclamaban la revitalización de las corridas de toros van a tener el respaldo de la autoridad. El delegado del Gobierno se reunió el pasado miércoles con los presidentes de las corridas y les indicó que debían extremar el rigor para erradicar el afeitado y otras corruptelas que pudiesen observar en el desarrollo del espectáculo. Al día siguiente dijo en rueda de prensa que las medidas de vigilancia son necesarias en la. fiesta, "y aún más durante la feria de San Isidro", añadió, "ya que Las Ventas es el espejo en el que se mira la afición de todo el mundo".
El propósito de Lope Huerta es combatir el fraude, corregir irregularidades y dar la mayor trasparencia posible a los entrebastidores de la fiesta, que hasta ahora permanecían ocultos. Por ejemplo, se han lidiado en Las Ventas toros sospechosos de afeitado por imposición del ganadero, y de ello no se daba cuenta al público. Era, evidentemente, una falta de respeto y un fraude solapado, en sintonía con ese reglamento demencial que ha estado causando estragos durante los dos años que lleva vigente.
Las principales líneas de actuación que anunció Lope Huerta, podrían resumirse en estas medidas: cuando algún toro que hayan rechazado los veterinarios en el reconocimiento por sospecha de afeitado se lidie bajo responsabilidad del ganadero, se dará a conocer junto a la reseña de los toros que habitualmente se expone en el patio de arrastre. Los envíos de astas y vísceras de las reses a análisis y las propuestas de sanción por irregularidades en la lidia, se harán públicos al día siguiente de cada festejo de la feria.
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