Sindicatos y Gobierno rechazan la regulación comunitaria del vino

El Ministerio de Agricultura y las organizaciones agrarias han formado un frente común contra la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del vino aprobada por la Comisión Europea. Sindicatos y cooperativas han anunciado la posibilidad de movilizaciones, mientras el ministerio rechaza cualquier reforma de una OCM que suponga la destrucción de posibilidades racionales de producción agraria en el país.

Las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron ayer una resolución por la que se, rechaza el documento comunitario y el ex comisario Abel Matutes apuntó la posibilidad de apelar al Compromiso de Luxemburgo. Todos los partidos políticos parlamentarios han rechazado la reforma planteada por Bruselas.El ministro de Agricultura, Luis Atienza, durante su intervención en la clausura de la II Conferencia Nacional Agraria organizada por la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores, señaló que el texto último aprobado por la Comisión introduce algunas reformas en la línea planteada por España, pero que seguía siendo insuficiente para los intereses de los viticultores.

Para el nuevo titular de Agricultura es inadmisible que la Unión Europea no financie en su totalidad la política de reconversión del viñedo. Luis Atienza rechaza por insuficiente la cantidad de referencia de producción fijada para España y exige una distribución de las cargas más equitativa entre todos los países productores de vino. España tampoco acepta que se quieran limitar drásticamente producciones en países de bajos rendimientos como España, mientras no se hace lo mismo de forma proporcional para los grandes productores como Francia o Italia. Se queja también de que no se ponga fin al enriquecimiento artificial del vino que se practica en los países del norte de la Unión Europea. Solamente la prohibición de estos métodos supondría eliminar del mercado unos 20 millones de hectolitros de excedentes de mosto.

El presidente de Asaja, Pedro Barato reclamó de la Administración una política dura en Bruselas en defensa del sector agrario español.

La actual reforma de la OCM del vino pretende reducir para España la producción de vino de una media de 36,7 millones de hectolitros a 29,4 millones de hectolitros en seis años. La Unión Europea aplicará una política de precios mínimos para los excedentes que superen esa cantidad.