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La OMS dice que unos 100 millones de mujeres han sufrido mutilación sexual

Entre 85 y 114 millones de niñas y mujeres en el mundo han sido sometidas a algún tipo de mutilación sexual. La mayoría vive en 26 países africanos, aunque también se llevan a cabo este tipo de prácticas en Asia, cada vez más frecuentemente en Europa, Canadá, Australia y Estados Unidos, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).Ante estas cifras alarmantes, la OMS ha pedido a la Asamblea, que reúne en Ginebra hasta el próximo día 12, a delegaciones de los 187 países miembros, que apoyen los esfuerzos tendentes a eliminar estas prácticas nocivas discriminatorias, que no sólo atentan contra la salud de las niñas, sino contra los derechos más elementales de la mujer.

Las mutilaciones sexuales femeninas están profundamente arraigadas en la tradición cultural de muchos países, por lo que es indispensable hacer gala de tacto y discreción a la hora de suprimirlas, recomienda el director general de la organización, el japonés Hiroshi Nakajima. "Tenemos que convencer a la gente, incluídas las mujeres, que pueden abandonar una práctica particular, sin por ello renegar de su cultura", señala Nakajima.

Estas prácticas -la ablación total o parcial del clítoris, la escisión y la infibulación, la forma más extrema de mutilación sexual y con más graves consecuencias para la salud- exponen a las mujeres a sufrir frecuentes infecciones urinarias y genitales. Este tipo de problemas a menudo desembocan en la esterilidad y otro tipo de alteraciones sexuales y ginecológicas graves.

Frecuentemente practicadas en condiciones traumáticas, sin anestesia y con escasas medidas higiénicas, las mutilaciones sexuales son también el origen de alteraciones psicológicas que, a largo plazo, hacen temer a las mujeres mutiladas el momento del parto.

Mensaje al hombre

Reconociendo que son las mujeres de las sociedades afectadas las que deben tomar la iniciativa de la eliminación de estas prácticas, la OMS, que desde hace 15 anos viene apoyando tanto técnica como financieramente a aquellos que luchan contra las mismas, espera que la difusión de la información sobre las consecuencias de las mutilaciones sexuales puedan conseguir el apoyo de la comunidad internacional para mejorar los resultados de su lucha.

Los responsables de la organización internacional son conscientes de que los esfuerzos de sensibilización deben dirigirse también a los hombres, para que las mujeres, a medida que sus actitudes empiezan a cambiar, puedan verse apoyadas por el entorno masculino. La OMS, que renoconoce no poseer "más que información parcial" sobre la magnitud del problema, ha decidido poner en marcha un vasto programa de acción apoyado sobre "políticas nacionales claras".

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