Interior investiga a varios ex colaboradores de Luis Roldán que le ayudaron a escaparse

Madrid - 02 may 1994 - 00:00CEST

Interior alberga la certeza casi absoluta de que el prófugo Luis Roldán huyó y cruzó la frontera de Portugal gracias al "apoyo" de antiguos colaboradores suyos en la Guardia Civil que aún siguen en el cuerpo. El departamento, que va a proceder de forma inmediata contra estos cómplices, tiene indicios fundados de que el ex director del instituto armado se refugió anteayer en casa de un amigo en la ciudad portuguesa de Oporto y que probablemente sigue aún en el país vecino. Si Roldán es detenido irá directamente a la cárcel, después de que la juez Ana Ferrer dictase ayer contra él una orden de busca y captura.

Más información

Isabel Tocino propone un Gobierno de concentración

Las dudas del presidente

La dimisión de Asunción es la única medida decidida por González, para no hacerle "el juego a la derecha"

Antiguos subordinados de Roldán, "algunos de nivel alto", ayudaron a huir al ex director general de la Guardia Civil, según fuentes de la investigación. Interior ultima las investigaciones para la "posible depuración de responsabilidades" de esos presuntos colaboradores."Hasta ahora, el único que ha pagado es Antoni Asunción", manifestó, por su parte, un portavoz del Gobierno.

La policía trabaja con "dos o tres pistas", que podrían arrojar resultados en sólo 48 horas "si Roldán comete un error". El control sobre los posibles contactos del ex director de la Guardia Civil es "exhaustivo". Sin embargo, su conocimiento del funcionamiento de las fuerzas del orden le han permitido hasta ahora burlar las medidas de seguridad, precisaron las mismas fuentes.

Ana Ferrer, titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid, transformó ayer la orden de detención dictada contra Roldán el pasado viernes en otra de busca y captura e ingreso en prisión. El mandamiento judicial imputa al ex jefe del instituto armado "un delito contra la Hacienda pública y otro", lo que deja abierta la puerta a posibles nuevos hechos criminales cometidos por Roldán.

La juez ha tomado tal determinación a la vista de un informe que le fue remitido el pasado viernes por el Ministerio de Hacienda, en el que se atribuye a Roldán un fraude de 20 millones por ocultación de unos ingresos de 40 millones en su declaración de la renta de 1988.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.

Por el momento, la orden judicial ha sido difundida solamente a las comisarías y cuarteles de la Guardia Civil de España. La juez no ha cursado todavía ningún requerimiento a otros países, aunque Interior ha solicitado ayuda a las policías de países extranjeros.

Si Roldán no fuera localizado y encarcelado en 10 días, la juez que investiga el caso adoptará una nueva resolución: le declarará en rebeldía. Paralelamente, podría dictar una orden de busca y captura internacional a través de los servicios de Interpol, según fuentes policiales.

La responsabilidad de la captura del ex director general recae personalmente en el ministro del Interior, Antoni Asunción, apoyado por los directores de la Guardia Civil, Ferran Cardenal; y de la Policía, Carlos Conde-Duque.

"Cada hora que pasa se acrecientan las sospechas de que Luis Roldán está fuera de España", comentó un portavoz de Interior. La principal hipótesis es que está escondido en algún punto de Portugal. El pasado sábado, el Gobierno español requirió la colaboración de las autoridades portuguesas para hacer un exhaustivo control en los establecimientos hoteleros de Oporto, que no arrojó los resultados esperados.

Con la moral bajo mínimos

El escándalo protagonizado por Luis Roldán ha sumido a la Guardia Civil en un profundo desánimo, según fuentes del cuerpo. El próximo día 13 se celebra el 150º aniversario de su fundación por el duque de Ahumada y se tenía proyectado aprovechar los actos para dar a conocer la labor de sus integrantes. Pero el caso Roldán ha hecho que nadie se sienta con ganas de festejos, aunque todas las comandancias siguen trabajando en el programa previsto.El convulso final del mandato del primer civil al frente del instituto armado ha sembrado una opinión preocupante entre los miles de agentes repartidos por toda España: nunca ocurrió algo semejante mientras estuvieron dirigidos por un militar.

La sensación de desánimo entre los guardias civiles jamás fue tan fuerte como ahora. Ni siquiera cuando se produjeron acontecimientos de la gravedad del golpe de Estado protagonizado por el ex teniente coronel Antonio Tejero, cuando el denominado caso Almería o cuando, más recientemente, el juez Baltasar Garzón desmanteló la Unidad Central de Investigación Fiscal y Antidroga (UCIFA) por presunta corrupción de varios de sus miembros, según reconocen altos mandos del cuerpo.

En amplios sectores de la Guardia Civil, además, se comenta que el actual director, Ferran Cardenal, tampoco está dando muestras de estar decidido a emprender una campaña destinada a elevar la moral de sus subordinados. "Pese a todo, hay miles de guardias que cumplen con su labor. Diariamente, se hacen buenos servicios y, sin embargo, esto no se transmite adecuadamente a la sociedad a la que servimos", se queja un oficial de alta graduación.

La situación puede agravarse sí el presidente del Gobierno, Felipe González, acepta la dimisión del ministro del Interior. Durante sus cinco meses de mandato, éste se ha esforzado por limar las fricciones entre la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía con objeto de mejorar sus resultados. El lunes, en uno de sus últimos actos antes de que estallara el caso Roldán, Asunción estuvo preparando el nuevo despliegue territorial de la Guardia Civil, lo que llevará consigo el cierre de cientos de cuarteles.