La dimisión de Asunción es la única medida decidida por González, para no hacerle "el juego a la derecha"

El presidente del Gobierno, Felipe González, no se plantea en absoluto el adelanto de las elecciones, al considerar que con ello haría "el juego a la derecha". González decidirá en las próximas horas "la respuesta política" a la grave situación creada por la fuga del ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán y el comportamiento irregular del ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio. La única decisión tomada hasta ayer por el Gobierno ha sido la aceptación, en principio, de la dimisión del ministro del Interior, Antoni Asunción, y una comparecencia pública del presidente del Ejecutivo.

González, tras anular su viaje a Rumania y Bulgaria, se ha tomado este fin de semana para meditar la respuesta política que va a dar ante los casos Roldán y Rubio. En principio, sólo está asegurada la comparecencia de Asunción, a petición propia, ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso. La comparecencia se celebrará el martes a las cuatro de la tarde.Hasta ayer, González y sus colaboradores no estimaban conveniente atender la petición del PP de que el propio presidente comparezca esta semana ante el Pleno del Congreso para explicar la fuga de Roldán y los casos de corrupción probados. El Gobierno quiere dar una respuesta a la sociedad pero "no seguir el juego del PP".

Personas del entorno del presidente señalan que no aportaría nada otra comparecencia de González ante un pleno extraordinario, ya que sería "una reedición del debate del estado de la nación". Esta nueva comparecencia se convertiría en un "que se vaya" referido a González, en voz mucho más alta de lo que ya sonó en el Congreso por parte de José María Aznar y Julio Anguita.

El presidente entiende que el PP quiere provocar su abandono y después desgastar al máximo a su sustituto para que el adelanto de las elecciones sea inevitable. "El presidente tratará de no dar satisfacción a esta estrategia del PP", dijeron los interlocutores consultados. En esta línea se manifestó ayer el responsable de Estudios y Programas del PSOE, Joaquín Almunia. "La ausencia de Felipe González no traería ningún beneficio sino que, por el contrario, habría más problemas", dijo a la Cadena SER.

Almunia consideró injustificado el adelanto electoral "porque no hay problema de estabilidad parlamentaria". Hasta ahora CiU sigue dando muestras de mantener su compromiso no escrito de apoyo al Gobierno. Almunia mantiene la tesis de que las posibles irregularidades de Rubio deben afectarle a él mismo y no al entonces ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga.

Personas del entorno del presidente del Gobierno consideraban ayer impropio que, de manera "precipitada", éste hubiera salido este fin de semana ante las cámaras de televisión para dar una explicación de lo ocurrido, sobre todo, con la fuga de Roldán. "Estarnos en un momento de gravísima dificultad política pero no peligra la estabilidad del país", dijeron personas del en torno del presidente. Para estos interlocutores, una comparecencia "en pleno puente del Primero de Mayo" hubiera provocado más alarma que tranquilidad.

No es esto precisamente lo que piensa el PP e IU, que califican la situación de "insostenible" y piden a González que renuncie ante el Rey y deje la presidencia del Gobierno a un compañero de su partido. El PP defenderá el martes ante la Mesa del Congreso la petición de comparecencia de González ante un pleno extraordinario.

Estrategia de la derecha

El secretario general del PSOE hizo mención en la noche del viernes a la presunta estrategia del PP. "La derecha nos quiere someter a una situación de desgaste permanente con el objetivo de acortar la legislatura", aseguran que dijo González.

La forma en la que González dará una explicación a los ciudadanos es lo que aún no está precisado. La fórmula más probable que barajan en La Moncloa es la de su comparecencia ante los medios de comunicación uno o dos días después de la intervención de Asunción en el Congreso. La otra posibilidad es la de esperar al viernes y aprovechar un acto público en Sevilla donde González apoyará la proclamación de Manuel Chaves como candidato a la Junta de Andalucía.

Para ese viernes, Antoni Asunción espera que su dimisión haya sido aceptada y que haya un sustituto, según expresaron ayer personas de su entorno. En el Ministerio del Interior se ignora absolutamente quién puede ser el sucesor.

A este respecto, el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, negó que tuviera ni el más mínimo indicio de que González hubiera pensado en él para sustituir a Asunción. "Comprendo que por la histeria que hay en el país se diga de todo pero por ahora soy ministro de Industria y nada más", dijo a Europa Press.