250.000 refugiados de Ruanda han huido a Tanzania en los dos últimos días
Más de 250.000 ruandeses han elegido el camino del éxodo en los dos últimos días ante la matanza que continúa perpetrándose en todo el país entre hutus y tutsis y que ha dejado atrás una estela de más de 100. 000 muertos y una amenaza de hambre y enfermedades para los que todavía permanecen en el país."La matanza continúa a gran escala en todo el territorio", según el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Tony Burgener. "Nadie respeta nada. Delante de nuestros delegados, dee nuestras ambulancias, han sacado heridos y los han ejecutado en el acto. Nadie tiene el más mínimo respeto por el derecho humanitario intemacional", denunció.
Según las autoridades de Tanzania, cerca de 200.000 personas han cruzado la frontera desde que se inició la revuelta, hace ahora cuatro semanas. El Alto Comisionado de la. ONU para los Refugiados (ACNUR), estimó que en los dos últimos días 250.000 personas habían pasado a este país, en "el mayor y más rápido éxodo" que haya visto la institución.
Gali pide una acción enérgica
El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali pidió ayer al Consejo de Seguridad que reexamine el mandato de los cascos azules que fueron desplegados en el país centroafricano el pasado mes de agosto para supervisar el cumplimiento del alto el fuego que puso fin a tres años de guerra civil. "Estoy seguro de que la gravedad de los sufrimientos humanos y la amenaza para la estabilidad de los países vecinos no dejan otra alternativa que replantear la misión", reza la carta remitida por Butros-Gali al Consejo de Seguridad, en la que el secretario de la organización interancional propone "una acción enérgica".
El portavoz de Cruz Roja, que definió la situación ¿e Ruanda como "la casa de los hororres" señala que probablemente ésta sea una de las crisis más graves que la institución ha conocido. "Toda la población está afectada por la masacre". La portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Un¡cef), Marie Heuze, advirtió ayer de que la precaria situación sanitaria, con miles de cuerpos desintegrándose en las calles y contaminando el agua potable, puede desembocar en una epidemia de cólera.
El conflicto que ha devastado Ruanda se ha extendido también a la vecina Burundi. Ayer cayeron sobre el norte de la la capital, Bujumbura, proyectiles de mortero y bombas de gases lacrimógenos. Los combates se registraron durante una operación de castigo contra grupos armados hutus, etnia mayoritaria en el país, según informaron a France Presse fuentes militares de Burundi. El Ejército, a su vez, esta integrado en su mayoría por tutsis. Un portavoz del Estado Mayor aseguré que las fuerzas armadas habían lanzado gases lacrimógenos para obligar a la población civil a abandonar la zona.
