Condenado a cadena perpetua el espía estadounidense Aldrich Ames
Aldrich Ames, el empleado de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) detenido en febrero pasado después de haber filtrado secretos a la extinta Unión Soviética primero, y a Rusia después, durante casi nueve años, fue condenado ayer a cadena perpetua por un tribunal del Estado de Virginia.Ames, que fue jefe del contraespionaje ruso de la CIA durante la década de los ochenta, se declaró culpable de haber espiado para los rusos y aceptó no volver a salir de la cárcel en toda su vida a cambio de una sentencia reducida para su mujer, Rosario, para que pueda ocuparse del cuidado de su hijo de cinco años.
Rosario, de origen colombiana, también se declaró culpable de haber tenido conocimiento, e incluso de haber participado, en algunas de las actividades de espionaje de su marido.
Ames, en su comparecencia ante el tribunal, reconoció que había facilitado al KGB los nombres de todos los rusos que habían trabajado para el Gobierno estadounidense, por lo cual recibió una cantidad de casi 2,5 millones de dólares (unos 350 millones de pesetas) a lo largo de nueve años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.