Iggy Pop intenta revalidar hoy su anterior éxito en España

Medio año después de su última actuación en Madrid, Iggy Pop inicia hoy en la sala Aqualung una serie de actuaciones que le llevarán hasta el día 3 de mayo por otras seis localidades españolas. El éxito del recital que ofreció el pasado 31 de octubre con la sala hasta la bandera, y donde se citaron punkis con heavis de barrio y viejos rockeros con nuevos pijos y algún que otro hippy, no parece que vaya a repetirse.

A pesar de que sólo han conseguido vender algo menos de mil entradas para esta noche, la organización se muestra optimista y confía en la respuesta positiva que siempre ha dispensado la afición madrileña a La Iguana de Detroft -apelativo por el que se conoce a Iggy Pop- y haya dejado para última hora la asistencia a las taquillas.Un concierto de Iggy Pop es una descarga de energía tanto para el propio artista, que se deja literalmente la piel -sigue arañándose el torso desnudo hasta hacerse sangre-, como para los asistentes, que no dejan de sentirse fascinados por la actitud salvaje de La Iguana sobre las tablas. Todo ello, además, está aderezado con intenso rock and roll.

Su turbulenta carrera musical ha ido siempre pareja a su turbulenta vida personal. Nació en Michigan en 1947, su padre era profesor y su madre secretaria. A la temprana edad de cinco años empezó a tocar la batería; pero dicen las enciclopedias que decidió ser cantante a los ocho años escuchando a Frank Sinatra.

En 1965, entregado ya por entero al rock and roll, formó el grupo Iguanas, con los que dio sus primeros conciertos. Follones con la policía, una larga melena teñida de platino y una estancia fugaz en la Universidad de Michigan le granjearon su fama de salvaje y fue cuando le colocaron el sobrenombre de La Iguana de Detroit.

En 1976 comienza su carrera en solitario ayudado por David Bowie, gracias al cual supera su drogodependencia. Tras unos cuantos discos, Iggy coquetea con el cine interviniendo en películas de Scorsese, John Waters y Alex Cox. Recientemente ha protagonizado, junto a Tom Waits, un corto de Jim Jarmusch.

Pese a que haya sentado la cabeza, sus discos siguen siendo igual de salvajes: con Brick by Brick, de 1990, volvió a las listas de ventas, y American Caesar, de 1993, le ha devuelto a la filas de los artistas considerados leyenda, a pesar de que todavía les quede mucho por decir.

En este último disco, Iggy Pop critica al poder y a la sociedad actual por su culto al dinero y al éxito. Incluye una demoledora revisión del clásico Louie Louie -que ya incluía en sus conciertos hace años- y su primer intento de cantar en español.

Iggy Pop actúa hoy en la sala Aqualung (paseo de la Ermita del Santo, 48). 22.00 horas. Entrada: 3.000 pesetas, precio único.