La derecha italiana abre unida la legislatura del cambio
La nueva derecha italiana inició ayer sin fisuras significativas la 12ª legislatura, que algunos identifican ya con el discutible nacimiento de una U República. Pero no pudo lograr la elección inmediata de sus candidatos a la presidencia de ambas Cámaras, dado que sus votos no alcanzan la mayoría cualificada exigida en la primera vuelta. Tales cargos serán elegidos con toda probabilidad hoy, en la tercera o cuarta vuelta, y no es imposible que el republicano Giovanni Spadolini llegue a imponerse en el Senado sobre Carlo Scognamiglio, de Forza Italia, candidato del Polo de las Libertades.
El resultado, que para Silvio Berlusconi supondría una derrota y, sobre todo, un anticipo de la dificultad de gobernar sin mayoría en un Senado que tiene que aprobar todas las leyes y su propia investidura como jefe del Gobierno, sigue estando en el aire.El llamado Polo de las Libertades decidió romper la costumbre de repartir entre el Gobierno y la oposición la dirección del Parlamento y esa novedad no ha sido bien acogida por los partidos tradicionales. Todos ellos se unieron ayer contra la coalición vencedora, que, con 154 escaños, se encuentra algo por debajo de los 164 votos que componen la mayoría absoluta de la cámara alta.
"He interpretado siempre el papel de presidente del Senado, como una función ajena a cualquier condicionamiento político", afirmó Spadolini, al renovar ayer su candidatura para otro mandato en un cargo que es el segundo del Estado -ya que el presidente del Senado es el sustituto del presidente de la Repúblíca-, y en el que tiene amplia experiencia.
Apoyo de la izquierda
Le apoyó enseguida toda la izquierda, incluida Refundación Comunista, salvo algunos exponentes de La Rete que anunciaron que sólo votarían por Spadolini en vueltas posteriores, a fin de marcar las distancias frente a un personaje de la vieja derecha italiana. Apoyaron también a Spadolini los ex democristianos del centro y la mayoría de los 11 senadores vitalicios, como Giulio Andreotti, Giovanni Agnelli o Francesco Cossiga.
Si la votación se resuelve finalmente por mayoría relativa, al no conseguir el bloque de la derecha los votos que le faltan para la mayoría absoluta de la cámara, Spadolini podría vencer. "Fue nuestro primer candidato a la presidencia del Senado, aunque hoy, por problemas de mayoría y de Gobierno no lo es", reconoció ayer Silvio Berlusconi, que hubiera preferido evitar este enfrentamiento con todo el resto de las fuerzas políticas, y que sólo lo aceptó porque Spadolini era vetado por la Liga Norte.
Los 59 senadores de este último partido, los 47 de Alianza Nacional y los 36 de Forza Italia, votaron ayer unánimemente por Scognamiglio, un economista que ha dirigido empresas impotantes como la Stet o el grupo Rizzoli-Corriere della Sera. En la primera votación, Scognamiglio obtuvo 153 votos, sólo uno menos que los de las fuerzas indicadas. Spadolini se quedó, en cambio, 10 votos por debajo de los 166 senadores que anunciaron que le apoyarían: los 9 vitalicios, 66 de Partido Democrático de la Izquierda, 19 comunistas, 12 socialistas, 6 de La Rete, 7 verdes, 7 de Alianza Democrática, 5 cristiano-sociales, 27 populares, 4 del Pacto Segni, 3 nacionalistas del Alto Adigio y uno del Valle de Aosta.
Antisemitismo
También fue unánime el voto de la derecha para la presidencia de la Cámara de Diputados, por Irene Pivetti, la joven católica antiabortista de la Liga, contra la que el radical Marco Pannella, aliado de Berlusconi, lanzó el pasado jueves una fuerte campaña tachándola de "antisemita". Hace un año, Pivetti escribió un artículo en el que venía a decir que de las "persecuciones de los hebreos" se deben a que se creen "el pueblo de Dios" y a su propia cerrazón histórica.
Los seis parlamentarios de Pannella no votaron ayer por esta candidata de la Liga Norte, en contra de lo que habían anunciado.
En la primera de las dos votaciones, Pivetti obtuvo 340 votos, que representan 20 menos que la suma de los los de los 122 diputados de la Liga Norte, los 109 de Alianza Nacional y los 97 de Forza Italia.
Otra mujer del bloque progresista. Anna Finochiaro, logró 192 votos, 21 menos que la agregación de los 115 diputados del PDS, 40 comunistas, 17 democráticos, 15 socialistas, 11 verdes, 9 de La Rete y 6 cristiano-sociales.
Los 31 diputados del Partido Popular Italiano (PPI) votaron por el ex democristiano Gabriele De Rosa, mientras que los 13 del Pacto Segni se abstenían.
En la Cámara no hubo, pues, un bloque único de oposición al polo de Berlusconi, debido a que su polémica candidata tiene la elección asegurada, a no ser que fuera sustituida por otro candidato de mas peso si Spadolini venciera en la cámara alta. La derecha controla, en efecto, bastantes más de los 316 votos que integran la mayoría absoluta de la Cámara.
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