"América Latina era más noticia antes porque había más golpes de Estado"
La ciudad colombiana de Cartagena de Indias será el 14 y 15 de junio próximo la sede de la IV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. Noemí Senín de Rubio, de 43 años, doctora en Derecho y ministra de Exteriores en el Gobierno del presidente colombiano César Gaviria, se encuentra en Madrid para avanzar algunos de los objetivos del encuentro. "América Latina está en una situación mejor que hace cinco años", dice la responsable de la diplomacia colombiana. "Quizá le falta aprender a venderse y a promoverse. Antes era más noticia porque había golpes de Estado, más problemas de derechos humanos, más situaciones anormales. Pero no porque la imagen fuera mejor. La América Latina de hoy puede que esté más ausente en los medios de comunicación porque produce menos de estos hechos aparatosos y trágicos que en el pasado".
"Europa está todavía más ensimismada en sí misma, en un proceso endogámico. Por ejemplo, Africa se debate entre guerras y el mundo ignora totalmente la realidad de aquel continente. Con América Latina ocurre lo misino", agrega.
Según Noemí Senín, en el proceso de conseguir una identidad propia en que se halla inmersa América Latina la cumbre de Cartagena "se va a ocupar por primera vez del tema económico y comercial para la integración iberoarriericana". "Hay que quitar la bandera exclusiva del protagonismo a los Gobiernos y entregársela a los empresarios privados, a los sectores de la cultura y académicos, a los trabajadores. La cumbre tiene que dejar de ser el encuentro anual de los mandatarios para transformarse en un encuentro natural y necesario de todos, de los periodistas, de los cineastas, de los poetas..."
Narcotráfico
Noemí Senín presenta con satisfacción lo que define como éxitos de su país en la lucha contra el tráfico de drogas. "Hace 10 años, en Colombia mirábamos el narcotráfico con indiferencia. Y la materia prima más importante con que pueden contar los narcotraficantes es la indiferencia y la tolerancia. Hoy contamos con una sociedad decidida a ganar la lucha y que ya ha tenido éxito. Muchos de los jefes de los carteles de la droga están el cárcel, otros han muerto. Cada vez hay menos políticos vinculados al narcotráfico". Un ejemplo: la muerte de Pablo Escobar. "Fue un golpe real y simbólico a la vez en la lucha contra el narcotráfico. Es el triunfo de la Justicia y de un pueblo contra un hombre poderoso, inteligente, con complicidades nacionales e internacionales de toda índole, que creó un imperio que hoy está prácticamente desmantelado". Coincide la ministra con algunas de las críticas recientes del fiscal general de Colombia, Carlos Gustavo Arrieta, al reconocer que es necesario "endurecer las condenas contra los narcotraficantes". "Somos uno de los países que ha obtenido mayor éxito en la lucha contra el lavado de dólares". Y puntualiza: "En Colombia cada día hay menos espacio para el narcotráfico, porque en ningún país se le persigue tanto. El problema es que mientras haya consumo habrá oferta. Tenemos la sensación de que estamos ganando la batalla, pero nos tememos que la comunidad internacional está perdiendo la guerra, porque el consumo no disminuye. Hemos pedido una cumbre mundial contra el narcotráfico, porque no basta la heroicidad de unos pocos".
A pesar de que algunos grupos han entregado sus armas, Colombia sigue albergando una guerrilla que, de vez en cuando, golpea con fuerza. "Esta guerrilla recalcitrante ya no tiene ninguna legitimidad. ¿Qué pide la guerrilla? Piden todavía la nacionalización del petróleo, algo que está totalmente superado en América Latina, porque sin inversiones extranjeras no podemos explorar y explotar los pozos petrolíferos por falta de recursos. Piden también reformas profundas en las Fuerzas Armadas, que nosotros hemos venido practicando". "El problema", concluye "es que, a veces, la guerrilla se convierte en una forma de vida, después de tantos años".
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