Los observadores europeos visitan Hebrón y reciben su primera dosis de gases lacrimógenos, israelíes
El primer experimento de mediación internacional en los territorios ocupados por Israel tuvo ayer un inicio lacrimógeno. Funcionarios noruegos, daneses e italianos que llegaron a Hebrón para inspeccionar su futuro teatro de operaciones recibieron su primera dosis de- gases cuando el Ejército israelí salió al paso de una marcha de palestinos que demandaban la reapertura de la mezquita dede febrero. El poco agradable estreno de la fuerza de observadores europeos dio la pauta de las dificultades que le aguardan en los próximos meses.
El equipo de 17 exploradores noruegos, italianos y daneses tuvo que acortar su visita por los disturbios que ayer sacudieron nuevamente a Hebrón.Los enviados informaron al alcalde, Mustafá Natche, que la fuerza de 160 observadores (de hecho sólo 60 desempeñarán esas funciones propiamente dichas; el resto es personal técnico, administrativo y de logística) no estarán armados, como estaba previsto inicialmente.
Su misión, explicaron, consistirá en vigilar el comportamiento del Ejército israelí y de sus protegidos, los aproximadamente 400 colonos judíos atrincherados en el corazón de Hebrón. Luego se limitarán a escribir informes.
"Ciertamente son bienvenidos, pero no sabemos si realmente van a poder controlar a los colonos", declaró Natche poco antes de sumarse a la frustrada marcha hacia la mezquita.
"¿Qué podrán hacer estos observadores cuando se topen con los colonos judíos armados hasta los dientes?", se preguntaba un comerciante cuando más de un centenar de palestinos, encabezados por líderes religiosos, trataban de acercarse a la mezquita de Abraham. Fueron repelidos con gases lacrimógenos y luego esparcidos a culatazos.
El propio alcalde Natche tuvo que ser rescatado por una ambulancia. Una de las granadas de gas estalló prácticamente a sus pies. Entre toses se le escuchó decir: "A ver si esto mejora cuando lleguen los observadores internacionales". Había ciertamente un tono de ironía en su voz.
En Gaza, entretanto, un importante jefe de los radicales de Hamás fue detenido ayer, según fuentes militares israelíes.
Las negociaciones entre israelíes y palestinos sobre el futuro de sus relaciones económicas han recibido un cierto impulso, y según los delegados de ambas partes, reunidos en París, la semana próxima podrán ser concluidas.
Sin embargo, Líbano ha recibido un duro golpe. Ayer, el nuncio del Papa en ese país, Pablo Puente, anunció en conferencia de prensa que Juan Pablo II ha decidido suspender su visita, prevista inicialmente para finales de mayo, debido a los "graves sucesos" que vive Líbano, donde un atentado produjo 10 muertos y 54 heridos el pasado 27 de febrero en una iglesia al norte de Beirut.
Los cristianos libaneses son acusados de ser los autores del atentado, que ha llevado consigo la disolución del Partido de las Fuerzas Libanesas, cuyo número dos, Fuad Malek, fue detenido.
Estados Unidos, por otra parte, anunció ayer que planea vender a Israel 25 cazabombarderos F-15 por valor de 2.400 millones de dólares (unos 350.000 millones de pesetas). El Pentágono espera que el Congreso no ponga mayores trabas a la venta.
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