'Baby Doc' Duvalier desaparece de la Costa Azul y deja un rastro de deudas
El exilio dorado de Jean Claude Duvaller, ex presidente vitalicio de Haití, terminó bruscamente en febrero. Duvalier, más conocido como Baby Doc, abandonó su villa de Vallauris, en la Costa Azul francesa, dejando a sus espaldas una ingente cantidad de facturas impagadas. El monto total de sus deudas aún no ha podido ser calculado, pero para hacerse una idea basta saber que un tribunal local le impuso recientemente una multa de 500.000 francos (doce millones de pesetas) por morosidad.
El Ayuntamiento de Vallauris, uno de los acreedores del ex dictador haitiano, dió a conocer el martes la discreta desaparición de Baby Doc.
Baby Doc llegó a la Costa Azul hace ocho años, al frente de una caravana de séquito y limusinas, provisto de una fortuna estimada entre 400 y 800 millones de dólares (entre 55.000 y 110.000 millones de pesetas), robada durante décadas a uno de los países más pobres del planeta.
El pequeño Duvalier acababa de ser expulsado de Haití como consecuencia de una larga y cruenta insurrección civil y militar. Había heredado la presidencla de su padre, François Duvalier (Papa Doc), en 1971, tras un referéndum de resultado absurdo y típicamente duvalieriano: 2.391.916 votos a favor de Baby, cero votos en contra.
En 1985, otro referéndum imposible había consagrado la irrevocabilidad de su presidencia vitalicia: el 99,9% de los votantes dijeron, según el recuento oficial, que querían aguantar a Baby para siempre.
El dictador caribeño cargado de millones que se afincó junto al Mediterráneo se convirtió poco a poco en un vecino indeseable. La congelación de sus cuentas suizas, ordenada en 1986 por el nuevo Gobierno haitiano con el beneplácito de Estados Unidos, le hizo perder séquito y ganar deudas.
Durante los últimos años, según numerosos comerciantes de la Costa Azul y de París, apenas pagó nada a nadie. Su nuevo lugar de residencia era ayer desconocido.
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