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Crítica:POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cosecha del 93

El programa radiofónico Disco Grande, de Radio 3 Pop, dirigido y presentado por Julio Ruiz, lleva muchos años preocupado por la preservación de una especie a extinguir: los nuevos grupos de pop. Así, en esta fiesta anual, ofreció una extensa muestra de lo que el mismo Julio definía como la cosecha del 93. Abrían los cordobeses Flow, un cuarteto que renuncia al espectáculo a cambio de la densidad guitarrera que proviene de la nueva meca del rock: la ciudad estadounidense de Seattle. El sonido fue bueno y los temas, todos en Inglés, remitían a un minimalismo ciertamente desnudo.Tras ellos, apareció en escena un trío madrileño, llamado Insanity Waves, plagado de referencias musicales -Soul Asylum, Teenage Fan Club o Popsies. Con dos más que correctas voces solistas, la lástima es que, al can tar en inglés, mucha de la energía e intención del grupo se diluya irremisiblemente. De todo el cartel, son los Insanity los que más futuro comercial pudieran tener. Deberían intentarlo.

Fiesta del programa Disco Grande

Varios grupos: Flow, Insaraty Waves, Long Spyral Dreamin', Los Hermanos Dalton, Los Planetas y My Criminal Psycholovers. Sala Revólver. Sábado 26 de marzo.

Después actuaron los más raritos: Long Spyral Dreamin', un quinteto sevillano con voz solista femenina -que recuerda irremisiblemente en tono y actitud a Natalie Merchant- y dos guitarristas que armonizaban con buen gusto solos setenteros. Lo que ocurre es que sus canciones, amén de ser cantadas también en inglés, son tan extrañas y chocantes como su sonido. Son para verlos y oírlos varias veces.

Acelerados

No ocurre esto, sin embargo, con Los Hermanos Dalton. Este trío de San Fernando no es tan moderno como los que componían el resto del cartel, pero su pop aceleradísimo de ribetes punkis enganchó mucho mejor con la mayoría del publico asistente. Los Dalton se mueven entre los antiguos Dirty Looks y los recientes Lemmon Heads, cantan en castellano y hasta se permiten versionear más que aceptablemente el Victoria de los Kinks.El momento profundamente noise de la noche lo protagonizaron Los Planetas, los únicos que han realizado una coherente traslación de la onda grunge a la España de los noventa. Un muro de guitarristas, una voz delicadamente torturada y temas cantados en castellano, como Mi hermana pequeña y Junto a ti, forman un cuadro de colores desvaídos que representa a la perfección la romántica angustia de ser adolescente. Cuando la noche de una hora menos amenazaba con la integridad física y mental del respetable, salieron los más duros: los madrileños My Criminal Psycholovers. Este quinteto se cargó la única neurona que nos quedaba, a base de ruido, aceleración, furiosos rugidos y temas llamados My dreams y Shining. Estética hippy mezclada con rabia punki. Y los moshers a lo suyo: tirarse en plancha desde el escenario.

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