Europa aborda la revolución en las televisiones bajo la amenaza de la 'colonización' por EE UU
La Comisión promueve un Libro Verde para construir la industria audiovisual de la UE
Europa aborda los desafíos de la revolución en las comunicaciones de final de siglo bajo la amenaza de la casi total colonización por parte de Estados Unidos y con incertidumbres que afectan muy especialmente a la industria de la televisión, sobre la cual se cierne la sombra de una crisis que, de momento, golpea a las televisiones públicas en su línea de flotación. Así se ha puesto de manifiesto en el seminario sobre El futuro del audiovisual y de los medios en Europa, iniciado ayer en la capital comunitaria bajo los auspicios del Club de Bruselas, una entidad estrechamente relacionada con la Comisión Europea.
La televisión es el medio de comunicación que mayores problemas plantea en estos momentos a la Unión Europea: así lo hizo saber el comisario de Comunicación y de lo Audiovisual, Joáo de Deus Pinheiro, quien aprovechó su presencia en la jornada inaugural para destacar "el déficit audiovisual" de Europa, con relación a Estados Unidos, como una de las mayores dificultades planteadas a la Comunidad.La cifra de negocios de la televisión en Europa se acerca a los dos billones de pesetas y emplea, de forma directa o indirecta, a 250.000 personas. Sobre estas bases económicas, la televisión ha evolucionado de forma espectacular y continúa transformándose. El número de canales a los que teóricamente tiene acceso el ciudadano europeo, dependiendo de sus posibilidades de recepción (60 canales paneuropeos y otros tantos nacionales), se ha triplicado en los últimos 10 años.
A su vez, la televisión tiene una gran aceptación popular en el Viejo Continente. Por término medio, el 70% de sus habitantes ve a diario algún programa de televisión. Portugal, con un 60%, es el país que menos ve la televisión, mientras que Finlandia se coloca a la cabeza con un 90%.
En la expansión influyen el desarrollo del cable y del satélite, mientras se prepara el acceso a la televisión de alta definición, a la televisión interactiva y a la de compresión digital.
Crisis del sector público
Pero no todo es alegría en este desarrollo. País por país, se registra una enfermedad que está acabando con las cadenas públicas. En un periodo de 10 años, los Goliat del servicio público, como han sido las cadenas alemanas ARD y ZDF, la RAI italiana y la española RTVE, que parecían invencibles, se han situado al borde de la catástrofe, mientras que los nuevos David del sector privado les arrebatan su público a gran velocidad.El clima que se aprecia entre los asistentes a la reunión del Club de Bruselas -250 empresarios, expertos y juristas de la comunicación- apunta a una crisis "irreversible" del sector público, a pesar de algunas opiniones en contra, como la de Jean Bernard Munch, secretario general de la Unión Europea de Radiodifusión.
El adversario se encuentra también en el exterior. Estados Unidos domina hoy las tres cuartas partes del mercado audiovisual europeo. Las compañías estadounidenses cuentan con una clara ventaja: disponen de un gran mercado interior para amortizar sus producciones audiovisuales y además las difunden en una sola lengua, mientras que el mercado interior europeo es débil y fragmentado por una gran diversidad lingüística.
La competencia de Estados Unidos, a la que habría que añadir la de Japón, hace mella también en el sector de la televisión privada, que debe afrontar unas reglamentaciones restrictivas en relación con participaciones de capital y sobre cuotas de emisión de publicidad, que se incluyen en la directiva comunitaria sobre televisión sin fronteras.
La respuesta a estos y a otros problemas se recogerá en el Libro Verde sobre el sector audiovisual, que ha promovido el comisario europeo Joáo de Deus Pinheiro. Después de las negociaciones del GATT, que han dejado el sector audiovisual fuera del campo de la liberalización económica obligatoria, Europa tiene la oportunidad de fortalecer una industria audiovisual propia.
De ahí que la Comisión Europea haya preparado un conjunto de propuestas, que habrán de reflejarse en el citado Libro Verde. Por cierto: el comisario acaba de recibir el primer jarro de agua fría a su proyecto, debido a la presentación de modificaciones de última hora, que han retrasado la toma en consideración del proyecto por la Comisión al menos una semana.
Algunas de dichas peticiones de cambio estiman que el desarrollo audiovisual debería considerarse no por separado, sino dentro de un libro blanco sobre el crecimiento económico de Europa.
Para hacer frente a los nuevos desafíos audiovisuales, Pinheiro se ha rodeado de una célula de reflexión integrada por Antonio Pedro Vasconcelos, productor de cine y de televisión portugués; David Puttman, productor y director de Anglia TV; Michelle Cotta, periodista de France 2; Peter Fleischmann, realizador alemán, y el español Enrique Balmaseda, ex director del Instituto de las Artes Cinematográficas y Audiovisuales.
Pinheiro dijo ayer que este Libro Verde contará con las opiniones del Parlamento Europeo y con las aportaciones de la industria y de los operadores audiovisuales.
Sin fronteras
La posible adopción del Libro Verde sobre el sector audiovisual no anulará ninguno de los supuestos de la directiva comunitaria sobre televisión sin fronteras, cuya adaptación a España está estudiando ahora el Congreso.La directiva se refiere básicamente a las cuotas de producción europea (que debe ser mayoritaria); prohíbe la publicidad del tabaco y del alcohol; reduce al 15% el tiempo dedicado a la emisión de publicidad; y señala que una película no debe ser interrumpida mas que una sola vez cada 45 minutos para emitir publicidad.
De poco podrá servir tal directiva comunitaria, en cualquier caso, si afecta tan sólo a las cadenas de los países miembros, como por otra parte es lo lógico. Según estimaciones del Club de Bruselas, la penetración de señales de televisión extranjera es un fenómeno que afecta al 25% del continente europeo, con áreas especialmente cubiertas: el 93% de usuarios en Holanda y el 93,1% de Bélgica reciben cadenas no nacionales.
Por otra parte, casi una cuarta parte de los europeos puede captar cadenas internacionales por satélite. En este sector destacan la CNN Internacional y MTV Europa, que se reparten el 90% de la publicidad paneuropea. En España, el 10% de usuarios de la televisión puede captar cadenas extranjeras.
La incertidumbre afecta al papel mismo de la publicidad como fuente financiera de las te levisiones, dada la fuerza de las cadenas en las que el usuario paga directamente el usuario y la más que previsible expansión de esta fórmula.
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