_
_
_
_

También los asteroides tienen sus lunas

Un nuevo tipo de cuerpo celeste no catalogado se añade al inventario espacial

Las fotografías mandadas por la nave Galileo, que se encamina hacia Júpiter, han dado una gran sorpresa. En ellas se ha descubierto la primera luna en órbita de un asteroide, un tipo de cuerpo celeste que no estaba catalogado. Ahora los astrónomos tienen que decidir como llamar a estos cuerpos para incluirlos en el inventario espacial. Las imágenes fueron hechas públicas ayer por la NASA en el centro que sigue la nave, en California.

La luna orbita a 100 kilómetros de altura sobre el asteroide Ida, uno de los miles que pueblan la región del planeta solar entre Marte y Júpiter. La imagen fue una de los varias tomadas el pasado 28 de agosto, cuando la nave se acercó a sólo 1.400 kilómetros del asteroide, y fue hecha pública ayer por la NASA. Ida tiene unos 56 kilómetros de largo por 24 de ancho y 21 de alto y su pequeña luna tiene sólo 1,5 kilómetros de ancho y una forma probablemente alargada."Pensábamos hasta ahora que podrían existir satélites naturales de los asteroides, pero que no serían corrientes. Al haber descubierto uno tan pronto relativamente, parece que este fenómeno es más frecuente de lo que pensamos", ha señalado Torrence Jonson, científico del proyecto Galileo.

La nave Galileo, dotada de un reactor nuclear, fue lanzada en 1989 y debe alcanzar Júpiter en 1995, tras haber recorrido un largo y tortuoso camino para aprovechar el tirón gravitacional de algunos planetas, entre ellos la Tierra, y poder así llegar a su objetivo. Su antena principal se encuentra mal desplegada, por lo que no puede mandar la información que recoge más que a través de otra pequeña antena, lo que va a recortar mucho los resultados globales de la misión.

Explosión reciente

Los científicos no, saben todavía de que materiales está formada la luna sin nombre y tampoco su origen. Creen que Ida es el resultado de la explosión reciente en términos astronómicos de un cuerpo celeste mucho mayor y antiguo, de entre 200 y 300 kilómetros de diámetro. De esta explosión puede proceder también la luna. "No podemos excluir que Ida pueda haber sido golpeado por otro cuerpo celeste más pequeño, todavía más recientemente, y que del cráter creado proceda la materia expulsada que ha quedado en órbita del asteroide", explica la NASA en un comunicado. Los indicios apuntan. a que la materia de que está formada la luna es la misma del asteroide y los científicos descartan que la luna sea un cuerpo ajeno que haya resultado atraido por el débil campo gravitatorio del asteroide.El nombre de la luna es provisiónalmente uno muy prosaico: 1993 (243) 11 lo que significa que ha sido descubierta el año pasado en el asteroide número 243 de los censados en los dos últimos siglos. La Unión Internacional de Astronomía debe bautizarla, con otro, probablemente más bonito.

A la búsqueda de otras

La importancia del descubrimiento radica también en la influencia que tienen los asteroides en la formación de los planetas, entre ellos la Tierra. "Necesitamos comprender estos objetos que llueven sobre nosotros", explica Clark Chapman, de Instituto de Ciencias Planetarias de EE UU.Una de las cosas que quieren saber con el estudio de Ida y su luna es cómo interactúan los pequeños cuerpos en órbita dentro del cinturón de asteroides, en condiciones que se acercan a las de formación del sistema solar. Ahora que han encontrado una luna alrededor de un asteroide, dicen los científicos de la NASA, buscarán otras con más ahínco.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_