La Policía decapita una red de inmgración ilegal y detiene a más de 90 ecuatorianos
Un vía de entrada menos. La policía ha desmantelado una red de inmigración He al que introdujo desde 1993 en España a unos 300 ecuatorianos. En el curso de la operación han sido detenidas 100 personas entre Madrid y Murcia, en su mayoría inmigrantes ilegales. La organización, dirigida por cinco ecuatorianos y una peruana, conducía a los inmigrantes hasta la huerta murciana, donde eran explotados en condiciones infrahumanas, sin contratos y con jornadas de 12 horas. Un español, que servía de enlace con los propietarios de estas explotaciones, cobraba los salarios y luego los repartía a su antojo. En Madrid, los ecuatorianos eran alojados en pisos de la organización.
La investigación se inició después de que la Brigada de Documentación de la Policía Judicial de Madrid se percatase del aumento en la llegada de ecuatorianos, en detrimento de los dominicanos y peruanos. Su entrada se ha visto favorecida, según fuentes policiales, por los convenios de doble nacionalidad y por el hecho de que los ecuatorianos no requieren visado para entrar en España.Las sospechas se reforzaron al descubrirse que la mayoría procedía de la provincia ecuatoriana de Loja y que su poder adquisitivo era muy bajo.
Las pesquisas condujeron hasta los cabecillas de la red en Madrid. La banda operaba desde principios de 1993. Los inmigrantes eran captados en la citada provincia.
El coste completo del viaje rondaba el medio millón de pesetas. Una cantidad que obligaba a los inmigrantes a endeudarse en su patria, muchas veces con la organización. Al llegar al aeropuerto de Barajas siempre llevaban preparada la bolsa de viaje: el dinero exigido para entrar (facilitado por la organización y que debía serle devuelto) y el billete de regreso a Ecuador. Cuando la policía inquiría por el motivo de su llegada, los viajeros respondían, por ejemplo, que querían visitar el Vaticano, la playa de Madrid o Bruselas.
Pisos y pensiones
Una vez que habían superado los controles aduaneros, la banda se hacía cargo de ellos y los trasladaba a cinco pisos de Madrid -tres ubicados en la calle de la Encomienda, número 6, en el distrito Centro- La estancia les costaba 1.000 pesetas diarias. La banda también les alojaba en pensiones clandestinas.
El pasado 11 de marzo, los agentes de la Brigada de Documentación dieron comienzo a las detenciones. En los citados inmuebles fueron capturados 33 ecuatorianos y los seis cabecillas de la red: Olme Alcides Mosquera, de 45 años; José Polibio Callancela Menchala, de 46; Luz María Jumbo Sarango, de 35; Freddy Córdova Pardo, de 23; Manuel Bolívar Sarango Jumbo, de 28, y la peruana María Susana Durand, de 35, a la que también se acusa de evasión de capitales.
Todos ellos viven en situación ilegal en España, excepto Manuel Bolívar, con permiso de residencia hasta el 22 de abril. La documentación incautada en los registros domiciliarios prueba, según la policía, la implicación de los detenidos en el tráfico ilegal de inmigrantes.
Desde Madrid, la organización les preparaba otro viaje. Esta vez, a. Murcia. Allí fueron detenidos ayer 55 ecuatorianos y tres marroquíes ilegales cuando se dirigían en tres furgonetas a la localidad de Los Alcázares. En la redada también fueron capturados Ramón P. R., de 51 años, y los conductores Salvador E. C. y Carmelo G. R.
Ramón, además de servir de intermediario con los propietarios de las tierras, recibía el salario de los inmigrantes y lo repartía.
Golpe a golpe
En febrero,la Brigada de Documentación asestó otro golpe contra las redes suramericanas de inmigración. En este caso desmanteló una organización que introdujo a unos 3.000 dominicanos. La policía sostiene que detrás de estas bandas hay cerebros internacionales que deciden los flujos de la inmigración ilegal. Así, cuando la policía aumenta la presión y se infiltra en las cauces que siguen los ciudadanos de un país, cambian de clientela.
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