El paro en la Unión Europea seguirá creciendo hasta 1996, según la Comisión
La Comisión Europea tiene previsto aprobar este miércoles el informe económico anual, cuya última versión recoge una tasa de crecimiento de la economía europea del 1,25% para 1994 frente a una caída del0,3% en 1993. A pesar de esta vuelta al crecimiento, que revela que en 1993 la recesión tocó fondo, la tasa de paro -que afecta en la actualidad al 10,6% de la población activa, unos 17 millones de europeos- no podrá reducirse hasta 1996, luando la estimación de Bruselas apunta un crecimiento M 3%. La Comisión, además, advierte que, en España, la reforma laboral puede tener "efectos perversos" a corto plazo. A medio plazo, sin embargo, defiende que mejorará la Competitividad.
El comisario europeo responsable de los asuntos económicos y financieros, Henning Cristophersen, presentará este jueves los principales datos del informe económico anual ante el Parlamento Europeo. Bruselas prevé un crecimiento de la economía europea del 1,25% en 1994 y del 2% en 1995.Los expertos comunitarios consideran que el paro seguirá aumentando durante los dos próximos años hasta alcanzar una cifra récord del 11,3% en 1995. En 1993 se perdieron 2,4 millones de empleo en la Unión Europea.
Paralelamente a esta ligera mejora de la situación económica, se prevé una pequeña reducción de los niveles de inflación, que se situará en el 3,2% en 1995 frente al 3,8% del año pasado. Sin embargo, los expertos comunitarios dudan que se pueda, a corto plazo, mejorar mucho el déficit presupuestario en los Estados miembros por la lenta recuperación económica prevista. De hecho, en 1993 el déficit público empeoró en siete de los Doce: España, Dinamarca, Alemania, Francia, Portugal, Reino Unido y Grecia. En Italia, el Gobierno consiguió contenerlo con medidas fiscales rigurosas.
Competitividad en España
En el apartado relativo a España el informe económico anual señala que, "a corto plazo, el aumento de la flexibilidad del mercado laboral puede tener un efecto perverso en la tasa de desempleo, con un coste presupuestario adicional". Sin embargo, se espera que a medio plazo estas medidas mejoren la competitividad, incentiven las inversiones y promuevan la creación de empleo.
Según el comisario Hening Cristophersen, la economía española tocó fondo en 1993. Las tres devaluaciones de la peseta, entre septiembre de 1992 y mayo de 1993, permitieron una mejora de la competitividad aumentando el peso del sector exterior en el crecimiento económico. Pero la economía nacional no pudo aprovechar todas las posibilidades de esta mejora de la competitividad por las rigideces del mercado laboral. Además, los incrementos salariales redujeron parcialmente la mejora de la competitividad.
Déficit presupuestario
El empeoramiento del déficit presupuestario, un 7,2% del PIB en 1993 frente a unas previsiones iniciales del 3,6%, se debe a tres factores: la caída de la demanda interna, una disminución de los recursos tras la supresión de las barreras aduaneras con la creación del mercado interior en enero de 1993, y una regularización en el presupuesto del año pasado de deudas no reconocidas.
La previsión de un déficit presupuestario del 6,4% del PIB para este año podría ser optimista, revela el informe, salvo que se aprecie una recuperación significativa de la actividad económica. Los expertos comunitarios abogan, por tanto, por un control mayor del gasto público.
A medio plazo, añade el informe, los presupuestos del Estado deben revaluar los gastos sociales teniendo en cuenta las capacidades de financiación del país y un acceso más selectivo de los beneficiarios al sistema de protección social.
El informe económico anual también aboga por una mayor coordinación entre los distintos niveles de Administración del Estado para mejorar el control de las finanzas públicas. El proceso de descentralización implicó un cierto solapamiento de las actividades de los gobiernos central y regional, y de las autoridades locales.
