Objeción de conciencia

En declaraciones realizadas recientemente (EL PAÍS, 2 de marzo de 1994), el ministro de Defensa, Julián García Vargas, achaca el aumento de objetores de conciencia a fallos en la vigente ley y propone una modificación de la misma, endureciendo los requisitos para ser reconocido como objetor.Evidentemente, la Ley de Objeción de Conciencia (LOB) es mejorable,

como todas, pero el fuerte aumento de objetores en España no es en virtud de la facilidad con que se obtiene la condición de objetor, sino en virtud de unos principios para unos, y otros para escapar al servicio militar, que es donde realmente se están produciendo los fallos y no en la ley.

Preocúpese el señor ministro de mejorar las actuales condiciones en que se presta el servicio militar, hágalo compatible con otras ocupaciones (trabajo, estudios, etcétera). Entonces verá cómo el número de personas que objeta por motivos de conveniencia más que de conciencia se reduce, acabándose así su problema.

Por otro lado, modifique la LOB, pero no en el sentido que propone, sino equiparando la duración del servicio militar a la de la PSS y agilizando los trámites para la incorporación a la misma.

Conseguirá así dejar de discriminar a aquellas personas que realmente objetan por motivos de conciencia y que no se merecen en modo alguno verse penalizados con una mayor duración de sus obligaciones con el Estado.

Con una política restrictiva está reconociendo implícitamente el verdadero problema, que está en el servicio militar y no en la LOB.-