Serbios y croatas negociaran la semana próxima la paz en el enclave de Krajina
Representantes de Croacia y de Krajina, zona de Croacia controlada por secesionistas serbios, se reunirán por iniciativa rusa la semana próxima en Zagreb, por primera vez desde 1991, para discutir el cese de hostilidades en este territorio, que ocupa alrededor de un tercio de Croacia. El anuncio, que imprime nuevo vigor al proceso pacificador puesto en marcha por Washington y Moscú, fue hecho ayer en Belgrado por el enviado especial de Borís Yeltsin para la antigua Yugoslavia, Vitali Churkin.
ZagrebChurkin, que se entrevistó en la Embajada rusa en Belgrado con el líder de la autoproclamada república serbia de Krajina, Milan Martic, declaró: "Consideramos que este es un momento favorable para detener los enfrentamientos". El enviado ruso precisó que Ia normalización de las relaciones entre serbios y croatas es un elemento indispensable para la pacificación total de la antigua Yugoslavia". En la Krajina, ocupada por los serbios en 1991, hay desplegados 14.000 cascos azules.El negociador del Kremlin viaja hoy a Washington para "discusiones y consultas" sobre la situación general de la zona. La implicación de EE UU y Rusia en la antigua Yugoslavia parece alumbrar el fin del marasmo en que habían desembocado los intentos de la unión Europea (UE) y de la ONU para detener un conflicto que se ha cobrado más de 200.000 vidas en dos años.
En Sarajevo, entretanto, se anunció ayer que la capital bosnia lo será también de la naciente federación croatamusulmana de Bosnia-Herzegovina, de fronteras aún por delimitar y cuya Constitución firmaran mañana en Washington los presidentes bosnio, Alia Izetbegovic, y croata, Franjo Tudjman. Este documento precisa que croatas y musulmanes bosnios pedirán que la UE asuma la administración de la ciudad sureña de Mostar, por la que ambos bandos han luchado encarnizadamente hasta la semana pasada. Hoy se firmará en Sarajevo un acuerdo para la apertura de corredores en y alrededor de la ciudad al tráfico civil, comercial y humanitario.
La llegada de ayuda humanitaria al sitiado enclave musulmán de Maglaj sigue bloqueada por los serbios, que ayer volvieron a negar el permiso de paso a pesar del ultimátum del martes del Consejo de Seguridad. Un oficial de los cascos azules en Sarajevo comentó ayer que sería de agradecer una mayor presión rusa sobre los serbios para desbloquear la ciudad, y no descartó que la ONU adopte una posición "más severa" hacia los sitiadores.
La reapertura del aeropuerto de Tuzla, cercado también por tropas serbias y del que depende el socorro a 450.000 personas, también continúa siendo negociada por la ONU.
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