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Los palestinos piden a Estados Unidos y Rusia que garanticen su seguridad

Estados Unidos, Rusia e Israel han tratado durante las últimas 72 horas de convencer al líder de la Organización para la liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, de que la carnicería de Hebrón -malvada obra condenada apasionadamente por Israel de un colono judío de Nueva York- ha sido un hecho aislado, un crimen imputable exclusivamente a la demencia de terroristas judíos y que no hay motivos para no volver a la mesa de negociación. Pero los palestinos insisten en que la protección de los palestinos que residen en los territorios ocupados es más importante que el logro de un acuerdo para la reanudación de las conversaciones de paz y exgieron la implicación le Estados Unidos y Rusia en su protección.

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En Túnez, la sede de la OLP, se reafirmó el principio de que la seguridad de los palestinos de los territorios ocupados es la base de cualquier negociación para retornar al controvertido diálogo con Israel. De hecho, en el campo palestino no hay prisa. Yasir Abed Rabo, miembro del comité ejecutivo de la OLP, declaró: "Nadie nos puede presionar con el factor tiempo porque la seguridad de los palestinos es más importante que las fechas y los acuerdos".Según Rabo, los palestinos han solicitado a Estados Unidos y Rusia, como copatrocinadores del proceso de paz, que garanticen el cumplimiento de cualquier resolución que eventualmente adopte el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la seguridad de los palestinos. "Las resoluciones no tienen ningún valor si no están vinculadas a un compromiso de protección internacional en los territorios ocupados", dijo Rabo.

Las conjeturas y los análisis más serios no producían anoche respuestas a una pregunta esencial: ¿aceptará el acosado presidente de la OLP, Yasir Arafat, los términos impuestos por la diplomacia internacional para retornar a la mesa de negociaciones con Israel o sucumbirá a las presiones de sus cada vez más desconfiados creyentes empeñados en transformar la matanza de Hebrón en el epitafio del proyecto de paz en Oriente Próximo?

La matanza de decenas de palestinos en la mezquita de Hebrón el 25 de febrero pesa tanto sobre el Gobierno israelí de Isaac Rabin como en la incuestionable impotencia de Yasir Arafat de darle sentido al proyecto de paz en Palestina.

A pesar del optimismo israelí, centrado particularmente en el hecho de que el Estado hebreo oficialmente llora ante la atrocidad cometida contra palestinos inocentes, anoche no había señales de que las lágrimas gubernamentales iban a ser suficientes para regresar a la mesa de negociaciones.

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Egipto, que ha tratado de utilizar su condición de único interlocutor árabe con Israel dada la excepción de sus relacione diplomáticas con el Estado hebreo, dio anoche vigoroso apoyo a la demanda de la OLP para que se desarme a todos los colonos judíos en Gaza y Cisjordania. El ministro de exteriores, Amr Musa, que ha tratado de tamizar y minimizar las abismales diferencias entre la OLP e Israel, pronunció ayer lo que sin duda constituye un ultimátum para los israelíes que admiran las relativas bondades de los acuerdos de Camp David, en 1979. Mussa dijo clara y llanamente lo que todos los intermediarios en el viejo conflicto han tratado en vano de prevenir: la violencia de extremistas judíos es quizá mas peligrosa que los ataques de Hamás, el movimiento islámico palestino que ha jurado torpedear el proyecto de paz y vengar implacablemente la matanza de Hebrón.

"El proceso de paz está realmente en peligro", admitió sombríamente el ministro egipcio, que en oportunidades anteriores descartaba con arrogancia los riesgos del proyecto en el cual está comprometido el prestigio de El Cairo en un mundo árabe cada vez más militante en el campo religioso.

Mientras el primer ministro Rabin volaba a Washington para verse con Bill Clinton, tropas israelíes seguían combatiendo contra palestinos armados que ya no creen en el proceso de paz. En la zona norte de la franja de Gaza, los soldados de la fuerza de ocupación mataron a un palestino. Otros dos resultaron heridos en enfrentamientos callejeros registrados en Jerusalén Este.

El Ejército de Israel se encuentra en estado de máxima alerta, sobre todo en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza, tras el fin del Ramadán, por temor a atentados de gran envergadura en venganza por la matanza de Hebrón, informa Un panfleto de los radicales palestinos de Hamás exigió hace días que los colonos judíos que habitan en Hebrón, Kiryat Arba, Ariel y otros asentamientos que los abandonaran antes de ayer.

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