Pujol, "poco partidario" de las minorías de bloqueo

Noruegos y españoles seguían discutiendo ayer en Bruselas. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, tomó ayer distancias de la posición mantenida por los negociadores españoles de la ampliación de la Unión Europea al declarar que es "partidario de que no se abuse de las minorías de bloqueo". España exige el mantenimiento del actual sistema, en el que bastan 23 votos ponderados del Consejo de Ministros o alternativamente el concurso de dos países grandes y uno pequeño para impedir la toma de una decisión. Pujol terció en el debate el mismo día en que seguían los contactos entre noruegos y españoles sobre el contencioso pesquero, bajo auspicios de la Comisión, y en que el presidente de esta última, Jacques Delors, pedía que no se "señale con el dedo" a nadie por el fracaso de las negociaciones.El presidente catalán realizó estas declaraciones en los pasillos de la sede bruselense del Parlamento Europeo, en una interrupción de la primera reunión del Comité de las Regiones. "Como europeísta de toda la vida, ¿qué consideración le' merece la posición española respecto a la minoría de bloqueo?", fue la pregunta que se le planteó. "En términos genéricos soy partidario de que haya pocas minorías de bloqueo", dijo. Pujol añadió que como militante "desde muy joven" de la idea de los Estados Unidos de Europa "evidentemente no soy partidario de que haya minorías de bloqueo". Pero matizó: "Entiendo a veces que debe haber unas minorías de bloqueo para proteger ciertas decisiones, pero en , cualquier caso soy partidario de que no se abuse de ellas. Sin entrar a discutir este caso concreto, soy partidario de que no se extreme excesivamente la posición respeto a las minorías de bloqueo".

Discusión sobre los votos

El portavoz de Delors aseguró, por su parte, que no hay dudas sobre la posición defendida por la institución comunitaria en favor de trasladar mecánicamente el actual sistema a la ampliación, por lo que se necesitarán 27 votos ponderados para impedir una decisión. Los dos comisarios españoles, Manuel Marín y Abel Matutes, han expresado su discrepancia con el presidente de la Comisión.

"No hay solución de compromiso entre 23 y 27 o es muy difícil", aseguró el portavoz de Delors. Este último ha preparado una propuesta que consiste en pactar con España el programa legislativo para 1995 para evitar que se puedan producir situaciones en las que sus representantes necesiten la minoría de bloqueo de 23 votos. Su portavoz aseguró que el Parlamento Europeo no aceptará los tratados de adhesión si se incluyen las pretensiones de España, Reino Unido e Italia.

Añadió que la Comisión y el propio Delors desean ayudar a España a hallar una salida aceptable para todos, "al igual que se ha ayudado a otros países en otras ocasiones", en referencia a las derogaciones del Tratado de Maastricht obtenidas por el Reino Unido o Dinamarca, la comprensión que obtuvo Francia para sus problemas con el GATT o ahora la buena voluntad demostrada por la Comisión ante Grecia, que ha vulnerado las reglas del Mercado único al cerrar el comercio con Macedonia sin que se le haya abierto todavía procedimiento por infracción.

Delors tuvo oportunidad de pronunciarse públicamente sobre la situación de la adhesión en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro checo, Vaclav Klaus. El presidente de la Comisión se remitió a las declaraciones de su portavoz respecto a los problemas institucionales y en cuanto al contencioso pesquero afirmó que "la comprensión recíproca debe seguir siendo un pilar de la construcción europea".

Durante la jornada siguieron los contactos directos entre Espana y Noruega para redondear la fórmula que se halla sobre la mesa de acceso a nuevos recursos bacaladeros. Los diplomáticos españoles han recibido la orden de declarar el silencio absoluto sobre el estado actual de las conversaciones, hasta el punto de desconvocar una reunión informativa preparada para el miércoles. Las únicas declaraciones fueron realizadas por el secretario de Estado para Europa, Carlos Westendorp, que asistía ayer a un Consejo de Ministros de Mercado Interior.

Clima desfavorable

Westendorp se ciñó a un estrecho guión e indicó que la discusión de la adhesión en el Parlamento Europeo le ha permitido observar el desconocimiento que existe sobre la fórmula presentada por España. Según el secretario de Estado, hay en la Eurocámara un clima desfavorable al mantenimiento de los 23 votos del actual sistema de votación, pero el eurodiputado socialista Pedro Bofill se vio obligado a explicar la posición española, situada a medio camino de las dos fórmulas a debate ante el desconocimiento de sus compañeros de escaño.

El Gobierno de España apoya el mínimo de 27 votos sobre 90, excepto cuando tres países (dos grandes y uno pequeño necesariamente) consigan reunir 23.