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EL FUTURO DE EUROPA

España amenaza con impedir la ampliación de la UE si se ignoran sus peticiones

Lluís Bassets

A menos de 24 horas de que suene el gong de las negociaciones de ampliación de la Unión Europea (UE), no se ha avanzado ni un milímetro en las dos cuestiones más conflictivas que afectan a España. Noruega siguió insistiendo ayer en no dar ni un solo pez más a los pescadores españoles, mientras el ministro de Exteriores español, Javier Solana, repitió con toda rotundidad que no habrá ampliación si no hay más pescado noruego ni se mantiene la minoría de bloqueo o derecho de veto cuando dos países grandes y uno pequeño rechacen una decisión. Madrid cuenta, por el momento, con Londres y Roma, pero estos apoyos pueden desaparecer y dejar aislada a una España que aparecería como responsable del fracaso de la adhesión.

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Javier Solana y su colega noruego, Bjorn Thore Godall, abanonaron el Consejo de Ministros de la UE durante una hora para celebrar la primera reunión bilateral entre los Gobiernos de Oslo de Madrid de este último tramo de la negociación. El objeto exclusivo de la cita fue intentar cercar posiciones sobre el contencioso pesquero, pero nadie se salió de su guión: Noruega no frece ni una tonelada más de bacalao y España exige 7.000 toneladas en concepto de derechos históricos y 11.000 (a repartir con Grecia, Irlanda y Portugal) en concepto de cohesión. Al pie del avión que le trajo a Bruselas, Solana declaró en Torrejón, según informa Efe: "Si la posición de Noruega no se mueve, España puede llegar hasta el final, que sería, desgraciadamente, impedir que Noruega se incorpore a la UE".No hay duda que ésta es una de las negociaciones más duras y dificiles para España desde su ingreso en la Comunidad Europea en 1986. Por primera vez, la posión que sostiene España no coincide con las tendencias mayoritarias ni puede explicarse fáciImente en términos de favorecer la construcción europea, sino que obliga a recurrir al argumento de los intereses nacionales, utilizado con mucha frecuencia por otros socios.

Posiblemente es también una de las situaciones más difíciles en las que se ha encontrado Solana desde que ejerce las funciones de titular de Exteriores y asiste a las uniones del Consejo de Ministros de la UE. Ayer, apenas llegado a Bruselas, varias horas antes de que se celebrara el debate sobre la minoría de bloqueo, Solana quiso reafirmarse en todas sus posiciones. "No se puede minorizar a un importante porcenaje de ciudadanos", aseguró, en referencia a la petición española de que la minoría venga establecida por 100 millones de habitantes o, lo que es lo mismo, por dos países grandes y uno pequeño. Creemos que es una posición razonable, justa, que mantiene los equilibrios, y espero que no os obligue a llegar a mayores".

Los aliados naturales de España se hallan en poca disposición de plantear una gran batalla en torno a la ampliación. Italia se halla suficientemente ocupada por la política interior. Grecia está presidiendo el Consejo e interesada tan sólo en su querella con Macedonia. Francia desea devolver el dinamismo al eje Paris-Bonn y está dispuesta a aceptar todo lo que interesa a Alemania. Ésta, propensa a realizar estos hacia España, desea la ampliación a toda costa y sin exigencias.

Portugal se ha prestado a hacer frente común con España en cuestiones regionales, agrícolas y pesqueras, pero tiene los lógicos recelos ante las propuestas españolas de limitar el poder de los pequeños países.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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