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Una aventura en solitario

El Ballet de Cristina Hoyos está en el teatro Sadler's Wells de Londres desde ayer, día 7, y hasta el próximo sábado 12 con su espectáculo Sueños flamencos, creado hace cuatro temporadas y con el que se presentó primero en la ópera de París -tras una agria polémica por la negativa de Rudolf Nureyev a que se representara flamenco en el escenario de la sala Garnier mientras fue el directos de esa casa- y en el teatro de la Zarzuela de Madrid después, en septiembre de 1990.En ambas plazas la Hoyos recogió una buena aceptación del público y algo más relativa de la crítica, que destacó su excesiva cercanía con el espíritu y la estética de Antonio Gades, lo que se explica después de trabajar muchos años a su lado y sombra. Sueño flamenco es un espectáculo sin argumento, donde, a través de diversos cuadros tratados con una estética contemporánea, se intenta ir a la raíz de los palos flamencos, con simplicidad y síntesis en lo que respecta a vestuario, escenografia y luminotecnia. La compañía no suele sobrepasar la quincena de personas, por lo que se mantiene un sobrio registro de cámara, músicos y cantaores incluidos.

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Seriedad

Cristina Hoyos, considerada una figura de mucha seriedad dentro del flamenco teatral pero, a la vez, de una insuperable frialdad escénica, acudió para levantar su primer espectáculo a un hombre experto y discreto: Manolo Marín, que aportó su sentido del trabajo de grupo y su acertado concepto de cuadratura escénica, lo que ha podido seguir viéndose en sus creaciones posteriores, como Yerma y Lo flamenco (visto en Madrid dentro de los actos del V Centenario en 1992, también en el escenario de La Zarzuela, y que resultó fallido en su primera parte), y el último, Ca minos andaluces, con el que estuvo en el teatro Chatelet de París el pasado mes de enero y con el que se presentará en el teatro Victoria del Paralelo barcelonés del 26 de abril al 12 de mayo, dentro de una temporada titula da Raíces. Caminos andaluces retorna la idea de pintar un fresco de los distintos bailes de la región enlazados por sus circunstancias geográficas. La pasada semana la compañía estuvo en el teatro Lope de Vega de Sevilla, con un éxito de lleno total que le obligó a prorrogar sus actuaciones.

Sueños flamencos, que significó el despegue en solitario de Cristina Hoyos al lanzarse a la aventura empresarial de una compañía privada, ha sido hasta ahora su mejor trabajo y sigue siendo una buena carta de presentación.

Recientemente, en varias entrevistas, la bailarina ha tenido palabras muy duras hacia el Ministerio de Cultura por falta de apoyo a la danza española.

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