La crisis aumenta el negocio del cobro de morosos
Un muchacho descuelga el teléfono de casa y oye: "¿Qué eres, el hijo del golfo o el golfo?"; y luego su padre, apellidado Cutillas, escucha una voz susurrante: "Señor Putillas, qué, estabas en el water machacándotela; ¿es que no te funciona?, no te la machaques más". Y a su esposa, en otra llamada: "¿Es usted la señora Putilla?". La crisis económica ha aumentado los morosos, y con ellos el negocio de empresas dedicadas a cobrar deudas, según reconocen varias. Se anuncian cerca de 30. Algunas no se recatan en anunciar en los periódicos sus "métodos expeditivos".Emilio Cutillas y Regina Estébanez, un matrimonio de Fuenlabrada, tienen en el juzgado un pleito contra dos empleados de El Cobrador del Frac por amenazas y frases como las reseñadas, fragmentos de conversaciones telefónicas que ellos han grabado. Les crisparon con llamadas a todas horas, incluso cuando su hija menor, de 14 años, estaba sola; y han pretendido entrar en su casa hurgando en la cerradura. Al capítulo de agravios se suma el de contarle a sus vecinos hipotéticas palizas en el matrimonio. Y que, incluso, cuando Cutillas iba a comisaría, en febrero de 1993, para denunciarles tras una discusión, los insultos proseguían desde el llamativo coche de El Cobrador del Frac.
Cuando a uno le deben dinero puede demandarlo al deudor o recurrir a los tribunales. O, saliéndose de los métodos jurídicos, abrir las páginas amarillas por su epígrafe cobranzas y encontrar 30 firmas que se dedican a estos menesteres. La empresa más llamativa es El Cobrador del Frac, que comenzó a funcionar en Madrid en 1988. Sus hombres enlutados salían de un seiscientos para dejar una tarjeta al moroso.
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Métodos expeditivos
"Hay más trabajo, pero se consigue cobrar menos"
Más fiel al estilo del frac es El Cobrador de Negro, otra empresa aún más joven que la anterior. Primero contactan telefónicamente con el moroso. Luego, un hombre con temo negro y maletín a juego se presenta en casa del deudor y deja una tarjeta de la firma, explica Jesús Ruiz, un directivo de El Cobrador de Negro. Lo que sigue es persistencia, llamadas y visitas.Con aire misterioso, se cuela un anuncio por palabras en las páginas de este mismo diario: "Cobramos morosos extrajudiciales. Métodos expeditivos, nivel nacional",
Si se llama para saber qué es eso de "métodos expeditivos" contestan:
-Bueno, eso hay que hablarlo, se pasa por aquí, no damos esa información por teléfono.
Una llamada con fines periodísticos (preguntar el nombre de la empresa y desde cuándo está trabajando ... ) se zanjó así: "No nos interesa".
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