La unión ha comenzado

La fusión entre Elosúa (60.000 millones de facturación anual) y Koipe (más de 40.000 millones) se impulsa tanto por los reponsables de Koipe-Ferruzzi como por sectores de la Administración. De hecho, el proceso real de fusión se inició ya hace dos, años, justamente en julio de 1992, cuando los hombres de Koipe asumieron la gestión de la aceitera española. Para el ex presidente de Elosúa Jesús Prieto -uno de los más opuestos desde la Administración a la entrada de Ferruzzi-, en este momento, tal y como se han hecho las cosas, la fusión no es solamente lo más lógico, sino la única salida.Desde su primer desembarco en Elosúa en junio de 199 1, con el 24,9% del capital, y posteriormente en 1992, con el 37,04%, uno de los objetivos sobre los que Koipe llegó a compromisos con la Administración fue utilizar al máximo las sinergias entre ambas firmas. Objetivo: acudir al exterior y racionalizar los procesos industriales.

Ajuste en Elosúa

La política de optimización de recursos aplicada en Elosúa bajo la gestión de Koipe, y costeada por sus actuales socios públicos y privados, ha supuesto en los últimos. años la toma de varias decisiones: la venta de todas las almazaras y extractoras, el cierre de plantas de envasado y refinería, la venta de la empresa Macisa -arrojaba pérdidas elevadas-, el cierre de oficinas comerciales en Suiza y Alemania, y el refuerzo de la marca Carbonell, que mantuvo el liderazgo en el oliva dentro y fuera de España, mientras se eliminaba la venta de marcas blancas en girasol. Antiguos propietarios consideran que el proceso de ajustes no terminado habría estado dirigido a convertir Elosúa en un complemento de Koipe, tomando decisiones en función de la posición de la multinacional italiana.Para Adolfo Crespo, presidente de Koipe, la política acometida en Elosúa no se ha hecho pensando en diseñar una empresa satélite, sino por simple racionalización del negocio ante la existencia de actividades no rentables.. Los datos son, no obstante, que en el último año Elosúa perdió casi cinco puntos en su cuota total en el mercado del aceite. A ello replican representantes de Koipe que el objetivo de la gestión en algunos productos no era de vender más, sino de que las ventas fueran rentables. Caso de una fusión total, el proceso de ajustes y cierres debería seguir para no duplicar industrias y pugnas en el mercado. Elosúa tuvo en 1992 unas pérdidas de 1.800 millones. Para este año se esperan otros 1.000 millones. En las pérdidas se incluyen los fondos destinados al plan de reducción de plantilla, que afecta a casi 600 personas.

Este informe ha sido elaborado por Vidal Maté y los miembros del Equipo de Investigación Carlos Yárnoz y Santiago Carcar.