El mar acaudalado

Cada gota de agua de mar contiene riquezas. Quizá por demasiado evidente, no se aprovecha lo que tenemos en abundancia. Siendo Canarias una región donde la potabilización del agua está a la orden del día, no se utiliza producto alguno de todos los que surgen en tal proceso. Teniéndolos en las manos, volvemos a tirarlos, ¡qué despilfarro!Estas aguas, que se renuevan de forma constante, debido principalmente al paso de la corriente de Canarias, aportan un caudal inagotable de elementos en suspensión. En cualquier país industrial donde el agua potabilizada no tenga salida comercial serían felices los accionistas de las industrias de extracción de las sales marinas si contaran con la posibilidad de vender no sólo las sales extraídas, sino el agua en la que se hallaban disueltas. Tal procedimiento les redondearía el negocio. Sin embargo, aquí nos bebemos el agua y tiramos todo lo que contiene. ¡El mundo al revés! Como quien- se bebe el caldo y tira la gallina.

La Consejería de Industria podría encargar a los departamentos adecuados de la universidad el estudio e investigación correspondientes para determinar las posibilidades de creación de una potente industria de aprovechamientos marinos, basados en la física y química más elementales.

Sólo es importante determinar el método más idóneo, que tienda a aprovechar en un solo proceso tanto el agua potabilizada para el consumo humano como los productos que de dicho proceso se han obtenido. Bastaría dar un paso más en la perfección del método para separar adecuadamente

los elementos susceptibles de comercialización. Quizás Unelco debería completar su estructura con una división electroquímica más amplia y un buen estudio de mercado.

No hace falta que busquen elementos raros o preciosos, que también se hallan, sino los más abundantes, tales como el sodio, el bromo o el magnesio. Seguro que el futuro de Unelco sería brillante. Si algo nos sobra alrededor de las islas es agua. Aprovechémosla.-