Nosotros los Sucios

¿Cómo reaccionaría usted si le pillaran tirando un papel al suelo? Este periódico hizo la prueba a media tarde de ayer en un paseo de tres horas por el kilómetro cero de la suciedad (el analizado por el grupo inglés British Tidy Group para determinar que Madrid es la ciudad más sucia de Europa). Cuando encontró a un ciudadano que tiró una colilla, un panfleto de propaganda o la bolsa vacía de las pipas, le preguntó por qué lo había hecho. Casi todos respondían echando la culpa a otros de la enfermedad de la porquería que sufre Madrid.El que arroja el cigarrillo

Lemmert, un turista rubio de 27 años, consiguió lanzar su colilla de rubio americano dibujando una elegante parábola con las piedras de la plaza Mayor como destino. Después fotografió el arco de la calle de Toledo y ni se quitó sus gafas de sol al ser preguntado.

-Por qué ha tirado el cigarrillo?

-Pues porque se desintegra todo, salvo el filtro.

-Pero el filtro no. ¿Usted hace lo mismo en Holanda?

-Sí, cuando no tengo un cenicero a mano [hay muchas papeleras bajo los soportales de la plaza Mayor] lo hago, pero todo lo demás lo guardo en el bolsillo, incluido el celofán, porque en un medio urbano eso es dañino, explicaba el holandés transgresor, que, por supuesto, no fue el único.

El que tira la bolsa de pipas

Un hombre corpulento volcó el contenido de un paquete de pipas sobre su mano en la Puerta del Sol. Tiró la bolsa de plástico vacía en la acera mientras caminaba hacia el kilómetro 0.

-¿Por qué la ha tirado? -preguntó la periodista blandiendo la famosa bolsita.

José, vendedor ambulante, 31 años, se volvió y respondió con acento suave:

-Eeeee... es que tienen todo hecho una mierda.

-¿No es usted de aquí?

-Sí, soy de Madrid. Pero lo que tenían que hacer era poner un tapón en el culo a los perros. Tienes que caminar mirando para abajo.

La conversación prosiguió con ese tema. José acabó confesando que su perro caga en un parque.

-Pero tira la bolsa al suelo -le recordó la periodista.

-Ya, si todos tenemos cuidado, es menos suciedad, claro,espera que la voy a tirar. Y José le quitó de las manos la bolsita y la depositó en la papelera.

La que se deshace del panfleto

La mano de Paloma fue una de las cien que se quedó con el panfleto azul de Arenal Informática cuando subía las escaleras del metro de Sol frente a la pastelería La Mallorquina. Paloma, de 25 años, se dirigió, como una exhalación, hacia la calle del Arenal. En su mano, el panfleto se plegó y no sería más grande que un par de sellos cuando, al saltar a la calzada, lo tiró.

-Por qué?...

-Perdona, llego tarde a trabajar.

-¿Porqué lo has tirado?-No, si yo he estado haciendo cursos de medio ambiente y eso, pero es que iba, con prisa, perdona, ¿eh?

En diez minutos, 12 personas imitaron a Paloma.

El dueño del perro que orina

La paseante no sorprendió a ningún perro depositando boñigas en la acera, pero sí fue viendo cacas caninas. Un caballero guiaba a su perro por la acera de Lope de Vega. El animal se limitaba a mojar lo que le venía en gana.

-Mi perro lo ha hecho ya [caca] en el césped. Yo le suelo llevar al lado del Jardín Botánico, que hay tierra y además no me pueden decir nada, porque es paso de animales y eso sigue siendo cañada real, ¿sabe usted? Y también le enseño a hacerlo en las alcantarillas. Pero lo peor es que la gente deja las basuras en la calle.