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Los acusados por el ataque a magrebíes en Fraga dicen que sólo querían asustarles

"Sólo queríamos darles un susto para que se fueran, porque estaban causando muchos problemas". Con tal argumento justificaron ayer varios de los 26 procesados por la agresión a varios inmigrantes en Fraga (Huesca) el ataque racista que terminó con seis temporeros de la fruta magrebíes en el hospital. El juicio por la agresión a los inmigrantes, ocurrida la noche del 26 de junio de 1992, comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Huesca.

Los 15 jóvenes que se sientan en el banquillo acusados de participar directamente en la agresión aseguraron que se habían decidido a "ir contra los moros" porque habían provocado incidentes en la población. Los otros 11 jóvenes están encausados como encubridores por el abogado que ejerce la acción popular, que sostiene que presenciaron las palizas sin hacer nada por auxiliar a las víctimas.Los siete procesados que declararon ayer relataron que el día de los hechos unos 40 o 50 vecinos de Fraga se reunieron en un bar y decidieron ir a desalojar a unos magrebíes que dormían en una finca cercana. Los vecinos hablaron durante varios minutos de una serie de incidentes que habían ocurrido en Fraga, como robos y un intento de agresión a una menor, de los que responsabilizaban directamente a los inmigrantes.

Varios de los vecinos, en su mayoría jóvenes, decidieron entonces, según los testimonios que prestaron ayer, resolver "un problema" que tenía todo el pueblo y para el que no se tomaban soluciones, y uno de ellos agregó que pensaban que la población se lo "iba a agradecer". A preguntas del fiscal, varios de los procesados reconocieron que se dirigieron primero a unas huertas donde creían que dormían los magrebíes. Al no hallarles allí, se encaminaron a las barracas de la zona conocida como La Pineda, un parque de la localidad. Los jóvenes iban provistos de palos y otros objetos contundentes, aunque ayer dijeron que no los utilizaron.

Una vez en La Pineda, se produjo una primera agresión a dos magrebíes que dormían en el suelo. Después, los jóvenes se dirigieron a una caseta cercana donde pernoctaban otros inmigrantes, aunque ninguno de los acusados supo explicar quién llevaba la iniciativa en el ataque.

Golpes en la oscuridad

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Sólo dos de los acusados reconocieron haber golpeado, "no brutalmente" a los temporeros, y otro aseguró que vio a un grupo de unos siete emplearse con brutalidad, aunque dijo que no podía identificarlos a causa de la oscuridad, según informa Efe.

La fiscalía y las acusaciones particular y popular, que engloba a cinco asociaciones antirracistas, intentaron demostrar ayer que los atacantes obraron con premeditación. A las preguntas del fiscal en relación a las declaraciones de los procesados ante la Guardia Civil en las que explicaban que querían dar "un escarmiento" a los magrebíes y que el ataque fue premeditado, todos los encausados contestaron que dichas respuestas les fueron "sugeridas" en el interrogatorio.

Las defensas se esforzaron en demostrar la "espontaneidad" de los hechos y que sus patrocinados estaban bajo los efectos del alcohol.

Fiscalía y acusación particular solicitan cuatro años de reclusión para los 15 acusados de participar directamente en los hechos y cuatro millones de pesetas de indemnización para las víctimas. La acción popular pretende elevar tal pena en dos años, seis millones de indemnización, y pide, además, seis meses de arresto para cada uno de los otros 11 acusados de asistir inactivos a los hechos. Las defensas reclaman la absolución de los acusados.

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