_
_
_
_
EL CONFLICTO COMERCIAL ENTRE EE UU Y JAPÓN

Europa prefiere la seducción

Críticas de la Unión a las tácticas norteamericanas

A Europa no le van las brusquedades y las amenazas. Sir Leon Brittan, el comisario responsable de los temas de comercio exterior de la Unión Europea, está convencido de que lo mejor para penetrar en Japón es utilizar la seducción y la paciencia y considera equivocadas y, probablemente, contrarias al libre mercado las técnicas preferidas por Washington. Frente al empeño norteamericano de obligar a Japón a pactar acuerdos concretos sobre determinados productos, la Unión Europea opta por estudiar el terreno y actuar poco a poco, primero en torno a unos pocos objetivos predeterminados pero lo bastante amplios, para ir luego ampliando ese campo de acción a otras áreas.Mientras Estados Unidos amenaza con la guerra comercial, Europa promueve la participación de sus empresas en certámenes feriales en Japón, inaugura un centro de desarrollo en Tokio, abrirá el próximo mes locales de promoción empresarial en siete ciudades niponas (Sapporo, Sendai, Nagoya, Osaka, Hiroshima, Takamatsu y Fukuoka), envía a medio centenar de personas a estudiar durante un año a Japón para que conozcan el país y sus métodos comerciales y hábitos de consumo...

Más información
La guerra de los ricos
Kantor: "No creo que haya una guerra comercial con Japón"

"Queremos continuar con nuestra técnica y nuestros análisis ante los japoneses", afirma un portavoz de la Comisión Europea, que prosigue: "El objetivo es identificar sectores en los que nuestras empresas se comportan bien en general, pero en los que no acertamos a penetrar en el mercado japonés". La Comisión Europea ha lanzado una campana para profundizar esa técnica, que pretende aumentar la penetración europea en sectores como los equipamientos sanitarios, la máquina-herramienta o los muebles. Posteriormente estas acciones se amliarán a otros sectores, como equipamientos marítimos, construcción y materiales de construcción, paquetería, gestión de residuos, entre otros productos.

El comisario Brittan, que ha conoce bien las posturas de Estados Unidos por representante de Comercio Mickey Kantor, se considera satisfecho de los resultados alcanzados con estas tácticas, que han Permitido que las exportaciones europeas a Japón hayan crecido un 78% más que las exportaciones al resto del mundo entre 1986 y 1992. Sin embargo, el déficit comercial europeo con Japón no tiene tendencia a disminuir: 23.503 millones de ecus en 1990 (3,71 billones de pesetas), 29.663 millones de ecus en 1991 (4,7 billones de pesetas) y 31.004 en 1992 (4,89 billones de pesetas).

En el primer trimestre de 1993 -último dato oficial suministrado por la agencia comunitaria Eurostat- el déficit era ya de 6.663 millones de ecus (1,05 billones de pesetas). Todo ello en un entorno de recesión económico que ha provocado una contracción de los intercambios comerciales entre ambos bloques.

Sir Leon Brittan considera que las prácticas norteamericanas son contrarias al libre comercio. Los acuerdos bilaterales entre Japón y Estados Unidos son un mal ejemplo para el resto del mundo, opina, precisamente en un momento en que se ha gestado la mayor caída de barreras comerciales de la historia del comercio mundial con los pactos del Acuerdo General de Aranceles y Aduanas (GATT) alcanzados en diciembre pasado y pendientes de ser definitivamente ratificados con la firma de todas las partes el 15 de abril próximo.

A pesar de estas acusaciones, Sir Leon ha lanzado la idea, todavía no plasmada en una propuesta, de convocar una cumbre trilateral entre Estados Unidos, Japón y Europa para tratar el tema de la fortaleza comercial nipona.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_