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El sentimiento de frustración lleva a la población de la franja de Gaza a rearmarse

"Muchas mujeres están vendiendo sus joyas", dice un activista palestino de Gaza. Que todos en la franja ocupada necesitan dinero no es nada nuevo, mucho menos un secreto. Lo novedoso es que el que puede está invirtiendo sus ahorros en comprarse una pistola. Los más acomodados, un fusil. Gaza se está armando ante el sentimiento de incertidumbre en vísperas de la retirada de las tropas israelíes de Gaza.

"Todos temen que cuando los israelíes se vayan quede un vacío de poder que transforme Gaza en una tierra sin ley", dice un abogado palestino que, como muchos, duda de que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasir Arafat esté en condiciones de controlar la franja.A medida que avanzan los preparativos para la retirada de los soldados israelíes en virtud del acuerdo firmado con la OLP en septiembre, en Gaza aumentan los síntomas de caos. Cada organización palestina ya posee un pequeño arsenal y administra su propia justicia. El contrabando de armas es un negocio floreciente. Con 4.000 dólares en la mano, uno puede adquirir una pistola de nueve milímetros, dicen residentes de Gaza.

El fenómeno es nuevo y muchos. palestinos sostienen que la súbita aparición de armas en el mercado no es casual. Teorías de conspiración, negadas tajantemente por el Gobierno israelí, abundan. Según una de ellas, la venta de armas se produce con pleno conocimiento de los servicios secretos israelíes. Israel, dicen defensores de esa tesis, quiere armar a los palestinos de Gaza para fomentar una explosión de violencia y así justificar un retraso de su retirada de Cisjordania.

El propio Arafat ha acusado abiertamente a Israel de tratar de transformar Gaza en un "nuevo Afganistán". En una entrevista con el diario jordano Jordan Times, el líder palestino dijo hace dos días: "Existe un terrible tráfico de armas auspiciado por algunos oficiales israelíes en Gaza y Cisjordania. En mi opinión, esto está siendo seria y malévolamente planeado. Los israelíes saben que estas armas, una vez que se retire el Ejército, no serán utilizadas contra ellos. ¿Creen que habrá otro Afganistán entre los palestinos?".

Ayer el diario The Jerusalem Post ridiculizó las palabras de Arafat y advirtió que su acusación "ha de verse como un intento de preparar un pretexto ante su incapacidad de controlar las zonas autónomas".

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