Jesús Garay: "Nuestro cine no debe temer la competencia"
Hasta Bulgaria se fue Jesús Garay, un realizador cántabro afincado en Cataluña, para rodar su primera coproducción internacional, tras varios largometrajes que apenas han podido verse fuera de circuitos de vanguardia o festivales. Els de davant (Los de enfrente), en competición por el Oso de Oro en Berlín, está basada en la oscura y pasional novela homónima de George Simenon.Preguntas. ¿Cómo ha logrado realizar una producción internacional como ésta?
Respuesta. Era necesario conseguir ese tono gris y nostálgico que requería la historia. La idea me atrajo mucho por sus múltiples elementos visuales y su marco tan exótico: está ambientada en la Georgia de los años 30, a orillas del mar Negro y en la época de Stalin.P. ¿La elección de los actores fue completamente suya?
R. No. La parte española tenía ya a Juanjo Puigcorbé como propuesta. Habíamos trabajado juntos en Pasión lejana y tenemos una buena relación. Además el papel de cónsul turco le calzaba perfectamente. Los franceses propusieron a Ben Gazzara, que debía encarnar a un americano alcohólico, escéptico y extravagante. Una buena elección. La única protagonista que escogí yo fue la francesa Estelle Skornik. Una actriz muy joven y sin mucha experiencia, pero que cuajaba bien en la historia.
P. Con tantas nacionalidades, ¿el cruce de idiomas complicó el rodaje?
R. Una coproducción es casi siempre una torre de Babel. Los diálogos los rodábamos en sonido directo, en francés. A veces hablábamos todos una especie de spanglish, sobre todo porque Gazzara me hablaba en inglés y yo le respondía en francés o en italiano. Pero la mayor dificultad fue en el momento de filmar, porque las órdenes las tenía que dar en búlgaro. Gran parte del equipo técnico y muchos actores eran de esa nacionalidad.
P. Como cineasta radicado en Cataluña, ¿está de acuerdo que sea la Generalitat quien conceda las subvenciones en lugar del Ministerio de Cultura?
R. Sería más operativo y más justo que se otorgaran directamente desde la Generalitat. Es una descentralización que sería beneficiosa también para el cine catalán y también para el español en general, precisamente, en este momento delicado de enfermedad crónica. La competencia mundial es muy fuerte pero nuestro cine no tiene nada que temer.
P. Usted ha escogido Bulgaria porque Georgia estaba en guerra. ¿Cree que para los realizadores de la Europa occidental resulta favorable rodar en los países del Este?
R. Sí. En este momento existe una gran tendencia a utilizar las estructuras técnicas de esos países. Por un lado, Bulgaria tiene unos grandes estudios, que me permitieron realizar gran parte de la obra en decorados. En España hubiese sido imposible, por su coste y porque prácticamente no hay estudios. Por otro lado, poseen una gran infraestructura de la época socialista. Los técnicos son buenos y el precio muy bajo. La única parte negativa es que ellos están acostumbrados a trabajar bajo el ritmo lento del antiguo régimen.
Babelia
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