Israel prepara una operación de castigo en el sur de Líbano

El Ejército israelí fue puesto ayer en estado de alerta en la frontera con Líbano mientras importantes refuerzos se encaminaban hacia la zona tras la muerte, la víspera, de cuatro soldados del Estado de Israel en una emboscada del movimiento Hezbolá.Expertos militares esperaban una operación de castigo de envergadura tras lo que constituye el ataque más sangriento llevado a cabo en Líbano contra el Ejército israelí desde agosto de 1993.

Fuentes de la policía libanesa indicaron ayer por la tarde que se estaban registrando duelos de artillería en la zona, sin precisar si había víctimas.

Los responsables políticos israelíes expresan su preocupación por el alto grado de preparación demostrado por el movimiento integrista. Una patrulla compuesta por paracaídistas, es decir, por soldados de élite, fue atacada de manera simultánea por tres grupos de Hezbolá emboscados en los cerros que dominan la carretera. El primer ministro israelí, Isaac Rabin, aseguró ayer que "Siria puede, si lo desea, impedir las operaciones de Hezbolá en Líbano, aunque esta organización recibe sus órdenes desde Irán".

Rabin añadió que Damasco también se había opuesto a que el Gobierno de Beirut llegara a acuerdos directos con Israel sobre temas de seguridad. Los expertos militares israelíes recuerdan al respecto que cuando el presidente sirio, Hafez el Asad, se reunió el pasado mes de enero con el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en Ginebra, las operaciones de Hezbolá cesaron totalmente.

En estas condiciones, Rabin tiene que enfrentarse a fuertes presiones de la oposición de derecha, que exige que Israel interrumpa las conversaciones de paz en Washington con Siria. El primer ministro, sin embargo, rechaza esta opción al alegar que equivaldría a "hacer el juego" a los que intentan torpedear el proceso de paz.