Descubierta una ciudad portuaria prehispánica en el golfo de México
Fue el centro cultural más importante de la zona hace 2.000 años
Un grupo de arqueólogos dirigidos por el estadounidense Jeffrey Wilkerson, de la National Geographical Society, ha anunciado el hallazgo de una ciudad portuaria prehispánica situada entre las desembocaduras de los ríos Tres Bocas y Nautla, en el Estado mexicano de Veracruz. El asentamiento de El Pital fue el centro cultural y comercial más importante de la zona del golfo de México hace 2.000 años.
Según Wilkerson, el hallazgo de El Pital "es el eslabón perdido entre la cultura prehispánica del altiplano y la de el Golfo de México". Los indicios que permiten establecer este puente son los más de 150 montículos con forma de pirámide -similares a los templos de Teotihuacan-, y el hecho de que en El Pital también se practicaba el famoso juego de la pelota.La zona arqueológica tiene un centro de 1,75 kilómetros cuadrados y se extiende río abajo a lo largo de unos 100 kilómetros, afirmó el arqueólogo, que añadió que se necesitarán más de 100 años para explorar a fondo el lugar.
El Pital floreció mil años antes que la civilización azteca y fue contemporánea de alguna de las primeras culturas mayas, que se encontraban a unos 800 kilómetros de distancia, en el sureste de México y en el norte de Centroamérica. Esta ciudad prehispánica surgió alrededor de los años 100 y 500 antes de Cristo, en el periodo protoclásico, y fue el antecedente del periodo clásico del Golfo, cuyo máximo esplendor lo tuvo el asentamiento de El Tajín, entre los años 300 y 900 antes de Cristo, a unos 65 kilómetros de El Pital.
Según Wilkerson, la ciudad prehispánica cuenta con 150 pirámides altas y pequeñas, ocho juegos de pelota, decenas de monumentos y numerosas plazas y centros urbanos. El templo más grande es uno de 72.900 metros cúbicos, relleno de barro y con recubrimientos de estuco (cal con agua), que pudo ser uno de los principales centros religiosos de la zona.
La ciudad, rodeada en su tiempo por un "verdadero paraíso terrenal", tuvo como principal función ser el centro tributario y religioso de la zona, y sus habitantes se dedicaron al cultivo del cacao y del arroz.
La historia del hallazgo se remonta al decenio de 1940, cuando investigadores mexicanos exploraron el lugar, pero nunca se profundizó en las investigaciones. Durante años, la densidad de la vegetación y los sedimentos del río Nautla ocultaron la zona arqueológica, hasta que Wilkerson comenzó a estudiarla con investigadores mexicanos y estadounidenses.
Según Wilkerson, "EI Pital podría contribuir a alterar el concepto que se tiene de la historia y culturas mesoamericanas y del surgimiento de la civilización clásica en el este de México, en base a un desarrollo urbano cuidadoso de la naturaleza, lo que podría convertir a El Pital como un pionero de la ecología natural".
Babelia
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