La Politécnica de Cataluña reconoce los derechos de autor de sus alumnos

Los alumnos de la Universidad Politécnica de Cataluña pueden cobrar derechos de autor por sus trabajos. La junta de gobierno ha aprobado, en una medida que cree pionera en España, una normativa sobre la propiedad intelectual de los ejercicios docentes. La Politécnica quiere proteger así a sus alumnos del uso no académico de sus creaciones. Los estudiantes podrán exigir el copyright en sus trabajos de asignatura, programas informáticos o proyectos arquitectónicos utilizados para fines ajenos a la evaluación.

"Había un vacío legal y hacía falta clarificar la situación ante la posibilidad de que algunos trabajos de los alumnos pudieran ser utilizados para fine ajenos a la evaluación". El vicerrector de Extensión Universitaria de la Universidad Politécnica de Cataluña, Rafael Serra Florensa, explica así los motivos que llevaron a los responsables de la institución a plantearse el asunto.Los estudiantes coinciden con el del vicerrector. "Era absolutamente necesario que [los estudiantes] estuvieramos protegidos legalmente en esta cuestión", asegura Sergí Ginebrera, alumno de Ingeniería de Telecomunicaciones.

Tras diversas consultas jurídicas y después de tratar el asunto con los representantes estudiantiles, esta universidad, que tiene 29.000 estudiantes, elaboró una normativa interna sobre la propiedad intelectual de la obra de los alumnos que se aplica desde el pasado mes de noviembre.

Esta norma interna, que se apoya en la ley de Propiedad Intelectual de 1987, incluye todos los trabajos encargados, dirigidos, corregidos o coordinados por profesores de este centro universitario que, una vez evaluados, trasciendan del ámbito puramente docente y sean usados bien para fines culturales no lucrativos o bien con un objetivo comercial.

Serra Florensa precisa que en el caso de que el profesor haya participado activamente en el trabajo, lo haya dirigido o coordinado, la normativa prevé que el docente sea considerado coautor y, por lo tanto, pueda percibir derechos. Sin embargo, si sólo lo ha encargado, el único propietario de la obra es el estudiante. Los derechos de autor, que suelen situarse en tomo al 10% del total de la producción, serán divididos en partes iguales entre sus autores, salvo que exista un pacto en otro sentido.

Para que los trabajos sean comercializados, será imprescindible la autorización de la Politécnica, que participará en los beneficios. El 80% del dinero que corresponda a la institución revertirá en el, departamento cuyo profesor haya tutelado. el trabajo; el otro 20% se destinará a gastos corrientes. El vicerrector piensa que el hecho de que las ganancias repercutan en los departamentos servirá para que los profesores animen más a los alumnos a realizar trabajos de calidad.