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Mechislav Grib, un ex general de la policía, elegido por clara mayoría nuevo presidente de Bielorrusia

Pilar Bonet

Mechislav Grib, un general de la policía retirado, fue elegido ayer por 183 votos frente a 51 como sustituto del defenestrado Stanislav Shushkévich al frente del Sóviet Supremo (Parlamento) de Bielorrusia, cargo que equivale a la presidencia del país. Bielorrusia es el último escenario de las tendencias regeneracionistas nostálgicas de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que se observan en la Comunidad de Estados Independientes (CEI).Mechislav Grib, el jefe de la Comisión Nacional de Seguridad, Defensa y Lucha contra la Criminalidad del Parlamento, consiguió 169 votos (cinco menos de los 174 requeridos para ganar) en una primera votación entre los diputados. A la segunda votación, Grib se alzó con toda claridad con el respaldo de la Cámara. Grib, que desempeñó el puesto de jefe de la dirección del Interior de la región de Vitebsk, era el candidato favorito del grupo parlamentario Bielorrusia, el, más numeroso de la Cámara de 345 diputados.

En segundo lugar, en la primera votación se situó Mijaíl Marinich, vicepresidente del Comité de Relaciones Económicas Exteriores, que consiguió 51 votos. El tercer candidato, el abogado Víctor Gonchar, quedó eliminado, al lograr sólo 24 votos entre los 261 diputados que participaron en la votación. Tras someterse Grib y Marinich a una una segunda vuelta electoral ayer por la tarde, los diputados se inclinaron por el general.

En su intervención programática, Grib, de 55 años, abogó por el desarrollo de las relaciones con los vecinos del Este, y "en primer lugar con la gran Rusia", sin que ello vaya en detrimento de las buenas relaciones con Occidente, según dijo.

De la troika de dirigentes eslavos que sellaron la desintegración de la URSS el 8 de diciembre de 1991, Shushkévich es el primero que pierde su puesto. El ex líder bielorruso no acudió ayer al Parlamento y prefirió quedarse a reflexionar en su dacha, casa de campo. Shushkévich tenía objeciones en lo que se refiere a la unificación del sistema monetario de Bielorrusia con el de Rusia. Con su marcha, queda libre el camino para esta medida, que en la práctica supone la absorción de la débil moneda bielorrusa -llamada popularmente el conejito- por el rublo.

Acercamiento a Rusia

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El mayor acercamiento a Rusia, que los analistas dan por inevitable, pone en cuestión el futuro de Bielorrusia como Estado independiente. La situación económica "empeora no por días, sino por horas", según el corresponsal en Minsk del periódico Novaia Ezhenévnaia Gazeta. Los ex dirigentes comunistas constituyen un poderoso lobby en la fracción parlamentaria que apoyaba a Grib. "La única apuesta de los comunistas bielorrusos en esta situación es Rusia", señalaba el citado periódico.Según Novaia Ezhenévnaia Gazeta, es "muy probable" que el Parlamento denuncie el acuerdo del 8 de diciembre de 1991 (que consumó la desintegración de la URSS) y "haga estallar de este modo la situación en la CEF. La agencia Itar-Tass daba cuenta ayer de un masivo trasvase de oficiales de distintos cuerpos del Ejército de Bielorrusia a las tropas rusas. Esta marcha, que afecta al 60% de los aviadores y a más de la mitad de los cadetes que acabaron su formación militar en Rusia en 1994, se debe a un nivel más alto de garantías sociales, según la agencia, que citaba una publicación del diario Respublica, de Minsk.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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