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10.000 cooperativistas de PSV se manifiestan con tensión y violencia ante la sede de UGT

LUIS FERNANDO DURÁN El corazón de Madrid fue un clamor contra UGT cuatro días antes de la huelga general. Diez mil personas se manifestaron durante la mañana de ayer exigiendo a la central sindical una vivienda que aún no han visto y por la que han pagado una media de cuatro millones de pesetas. La protesta estuvo cargada de tensión y violencia. Al pasar por la sede madrileña de UGT, en la calle de Hortaleza, algunos enfurecidos cooperativistas quemaron las puertas de entrada, reventaron la salida principal y lanzaron miles de huevos contra la fachada del edificio. Los afectados, desesperados porque no ven solución a la crisis de PSV, han anunciado un giro en sus protestas, que ahora van a dirigir hacia el Gobierno que preside Felipe González

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La crisis de PSV congregó ayer en Madrid a miles de familias impacientes por la falta de información sobre las viviendas que UGT prometió acabar este año. La mayoría todavía no ha visto un sólo ladrillo de los pisos en los que han invertido sus ahorros. A las 11 de la mañana un mar de pancartas ocupaba la calle Miguel Ángel de Madrid. Encabezando la manifestación una consigna común: "Vivienda ya. Soluciones ya".Los cooperativistas de las promociones de Madrid y Segovia reflejaban en sus lemas su estado de ánimo: "Nadie nos ayuda, lo único que nos queda es gritar", "¿Dónde está mi casa?", "Justicia popular", "Duermo en el comedor, necesito una vivienda", "ET, mi casa" o "Parque estafástico". Los más creativos acudieron envueltos en disfraces de cartón que simulaban una vivienda. Pero el omnipresente en los dibujos y en las consignas era el secretario general de UGT: "Nicolás, tú de qué vas", "Cuidado con las carteras viene Nicolás", "Negocio Redondo", "Unión General de Timadores" y "Antes del 27 de enero queremos el dinero".

La tensión de los manifestantes se transformó en ira al pasar por delante de la sede confederal de UGT, situada en la calle Hortaleza. Las primeras promociones de cooperativistas lanzaron huevos y yogures contra la fachada del edificio. Las siguientes desplegaron otro tipo de artillería y lanzaron piedras y diversos objetos. Hasta una señal de tráfico voló contra la fachada. Cuando llegaron los cooperativistas de Pavones y Valdebernardo, que han pagado más de seis millones de pesetas sin recibir nada a cambio, se produjeron la escenas más violentas. Varias personas prendieron fuego a la puerta de madera de la sede. "Vamos a quemarla", gritaron. Simultáneamente otras personas derribaron la entrada principal. Los encolarizados cooperativistas estaban enfurecidos y dispuestos a todo, pero la presencia de los antidisturbios en el interior de la sede de UGT frenó sus ímpetus vehementes.

Al final, los afectados se concentraron en la Puerta del Sol, frente a la sede del Gobierno regional, que se encontraba tomada por un centenar de policías. En el kilómetro cero, los cooperativistas pidieron solución a los problemas de financiación que tienen paralizadas las obras de sus anhelados hogares. Todos temen que sus casas no se construyan y, lo que es peor, que no recuperen el dinero que han invertido. Tomás Arrieta, interventor de PSV, espera que esta manifestación "haga reflexionar a todos los culpables de esta situación: PSV, IGS, UGT y Comunidad de Madrid".

Sin embargo, a partir de ahora, los cooperativistas, cansados de moverse sin resultados, van a variar su plan de movilizaciones. Según Santiago Portela, coordinador de los afectados, las protestas se van a acentuar en otra dirección: "Vamos a acudir a La Moncloa el próximo sábado, y al Congreso el día de la huelga general, porque Felipe González nos da la espalda, cuando este problema es más gordo que Banesto".

En Barcelona, unos 150 cooperativistas de PSV, según fuentes de la Guardia Urbana, se manifestaron también ayer para exigir una solución a la crisis de la promotora. Y en Zaragoza, un grupo de afectados acampó en los terrenos donde se debían haber construido sus casas.

"Lito" y el papel del PSOE en la crisis de la cooperativa

El secretario general de la Federación del Metal de UGT, Manuel Fernández Lito, manifestó ayer que el Gobierno "ha jugado a tenernos cogidos" por la crisis de la cooperativa de viviendas PSV, pero advirtió que "si el PSOE pretende controlar el sindicato o meter a su gente, se equivocan y les puede salir mal".El dirigente de UGT admitió, en declaraciones a Efe, la responsabilidad del sindicato en la crisis de PSV: "Se nos ha ido de las manos, los cooperativistas tienen razón y hemos cometido errores. Ahora tenemos que recuperar la normalidad y hacer lo que debemos".

Lito, uno de los aspirantes a suceder a Nicolás Redondo en la secretaría general de UGT, cifró la financiación necesaria para solucionar la crisis de la cooperativa en 80.000 millones y aclaró que el sindicato "está dispuesto a vender sus activos y avalar los créditos necesarios con todo el patrimonio, incluido el histórico, que aún está sin valorar". Sin embargo, precisó que "el Gobierno tiene la sartén por el niango".

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