_
_
_
_

Sobriedad y compromisos

Luis R. Aizpeolea

La rebelión que los alcaldes de la mayoría de los más de 8.000 municipios españoles protagonizaron en otoño ha amainado. Pero sólo ha amainado. Satisfecha la deuda que el Gobierno tenía contraída con los ayuntamientos, los alcaldes fijan ahora un nuevo plazo, el 1 de junio, para que se cumplan los compromisos acordados en la asamblea municipal de noviembre, celebrada en medio de la rebelión. Será la hora de la verdad, porque para esa fecha se, tiene que cerrar la renegociación de la deuda pendiente que tienen los ayuntamientos, que supera los dos billones de pesetas, así como la fijación de la participación municipal en los presupuestos para el quinquenio 1994-98. Fueron dos de los compromisos más importantes de la Asamblea Municipal, celebrada en noviembre, en La Coruña.El tercero fue el pacto municipal. Con él, los alcaldes aspiran a un poder político del que han carecido por el protagonismo que las comunidades autónomas han ocupado en la política española en los 16 años de democracia. Anteayer se dio el primer paso de un pacto complicado en el que van a intervenir el Gobierno, las comunidades autónomas y los municipios. Pero la garantía del mismo está en el acuerdo que alcancen los principales partidos, como sucedió con el pacto autonómico de 1992.

Más información
Los alcaldes amenazan con crear un banco ante la falta de apoyo público

Los alcaldes también reconocieron ayer implícitamente su parte de responsabilidad en la enorme deuda acumulada. El presidente de la federación de municipios afirmó que los ayuntamientos van a elaborar para este año unos prespuestos sobrios sin, además, abdicar de las competencias que ahora ejercen; esto es, sin dejar de prestar servicios.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_