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Entrevista:

"El peso de la historia es mucho más intenso de lo que pensábamos"

Recuerda Claudio Magris que hace muchos años, en, Venecia, le contó a Borges una historia que le había llamado poderosamente la atención cuando era niño. Magris vivía entonces en Udine y la ciudad estaba ocupada por los nazis y por un extraño, ejército de exiliados cosacos que luchaban con la esperanza de Crear en los Balcanes, lejos de su país, la patria que Hitler les había prometido. "Le expliqué la historia a Borges porque hay en ella muchos elementos que a él le atraían", decía ayer Magris, "pero él me respondió que era mi historia y que era yo quien debía escribirla".Pregunta ¿Qué le interesaba explicar en Conjeturas sobre un sable?

Respuesta Puede decirse que en este libro nació toda mi narrativa. La imagen de aquel extraño ejército, con muchos oficiales, caballos e incluso camellos, me obsesionaba desde niño. ¿Qué es lo que. me interesaba? Pues, la idea del amor a lapatria que, por la alianza con los nazis, se convierte en algo grotesco. Hacía tiempo que pensaba en el oficial Krasnov y en las distintas versiones de su muerte, de las que trato en mi libro. No sé, hay en esta historia el problema de la identidad, de la patria falseada, de la relación entre verdad y mentira, de la ironía de la historia, de la traición, de la relación entre lo eterno y lo efimero... Además, me interesaba dejar claro que la historia es el único escenario de nuestra vida, pero no lo es todo.

P. ¿Ve paralelismos, con la actual situación en los Balcanes?

R. No pueden forzarse los paralelismos, pero el libro es en cierto modo una parábola de esa febril y delirante exigencia de identidad que vivimos, de la bús queda de raíces, del establecimiento de fronteras. Hay un exceso. Yo también amo mi identidad de triestino, pero no la con vierto en un ídolo ni pienso de fenderla como un valor superior.

P. ¿Estamos ante temas mal resueltos del Imperio Austro-Húngaro?

R. Nos enfrentamos a problemas que el imperio no supo resolver. Creo que se está pagan do por una obsesión de la identi dad. Todos creíamos que era muy fácil superar rápidamente la historia, pero la crisis será larga. Necesitamos más humildad, ne cesitamos saber que el peso de la historia es mucho más,intenso de lo que nos pensábamos.

P. ¿Qué pasa en Sarajevo?

R. La responsabilidad más grande es de Milosevic y Tudjman, sin duda, pero; dicho esto, creo que todos en Europa pensábamos que lo que sucedía allí era como un juego que se podría controlar. No ha sido así, se ha desatado la violencia e ignoro lo que puede hacerse ahora. Sería un genio si lo supiera.

P. ¿Está de acuerdo con la etiqueta de geoliteratura que suele aplicarse a sus libros?

R. Si se entiende una atención física a los lugares, sí, estoy de acuerdo. Me interesa estar cerca de la realidad. El mundo está hecho, pero es necesario trasladar el mundo al papel.

P. ¿Vive Europa desorientada?

R. Bastante. Creo que la unidad europea llegará, pero será un largo camino. La historia continúa y necesita períodos largos. Nos esperan años difíciles, pero debemos seguir adelante. Como decía Granisci, hay que actuar "con el pesimismo de la razón y con el optimismo de la voluntad".

P. ¿Marca nacer en Trieste?

R. Mucho. Es una ciudad de frontera, de mestizaje. Cuando era niño, vivía a cinco quilómetros de la frontera, del telón de acero. Más allá había un mundo desconocido, temido, y creo que esa relación entre lo conocido y lo desconocido fue fundamental para mi vocación de escritor.

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