España se alía con Latinoamérica para conseguir una mayor presencia en la UICN

La mayor organización internacional para el medio ambiente, la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) inicia hoy en Buenos Aires su asamblea general, que se celebra cada tres años, con el desafío de modificar su estructura para hacerla más operativa. Con representación de gobiernos, organizaciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales de 118 países, la UICN es critica da actualmente por su dimensión burocrática y por el predominio en ella de los anglosajones. España acude a la asamblea con el propósito de fortalecer el peso del área latinoamericana.

La UICN funciona por comisiones, de las cuales las más importantes históricamente son la de parques nacionales y áreas protegidas y la de supervivencia de especies. De estas comisiones, en las que participan especialistas y científicos de prestigio, emanan las recomendaciones, el principal arma de la organización. "Estas recomendaciones son valiosas para los gobiernos, siempre han tenido una influencia muy clara en dirigir las políticas de conservación de la naturaleza", explica Fernando Martínez Salcedo, presidente de la Agencia de Medio Ambiente de Andalucía (AMA), miembro de la UICN.Como temas polémicos que surgirán en esta asamblea, José Antonio Pascual, del Iconal cita los cambios en la estructura actual de la UICN, que muchos creen es, inadecuada al gran tamaño actual de la organización; las relaciones, a veces muy tirantes, entre la cúpula directiva y los miembros y la aprobación de un plan estratégico a largo plazo.

En cuanto a la estructura, hace tres años, la anterior asamblea general de la UICN recomendó la creación de comités nacionales como medio de coordinar los miembros gubernamentales y no gubernamentales de cada país. Sin embargo, no se ha dado todavía el paso a la representación territorial, por áreas y países, dentro de la organización y ese tema será objeto de debate en Buenos Aires. Esto supondría una revolución en la estructura de la UICN y haría peligrar el actual dominio anglosajón en la cúpula de la organización.

Vida lánguida

En España, el comité nacional ha tenido una "vida muy lánguida", en palabras de Martínez Salcedo. De cara a la asamblea de Buenos Aires y tras el nombramiento del ecologista Humberto Da Cruz como director general del Icona, se convocó una reunión de sus 25 miembros para presenta r una postura común. Como resultado, preside el comité Fernando Molina, de la AMA, y la secretaría la lleva el Icona, que también ostenta la representación oficial española en la asamblea de Buenos Aires.

España va a intentar en esta asamblea fortalecer las relaciones con los comités nacionales de Latinoamérica y apoyar la creación de un comité supranacional latinoamericano. Latinoamerica es una de las áreas en las que la UICN intenta desde 1992 fortalecer su presencia, debido al interés creciente que despierta su riqueza biológica. Para ello creó ese año una oficina regional para América del Sur, con base en Quito (Ecuador).

Las organizaciones miembros del comité español también apoyarán la reelección del español Antonio Machado como uno de los dos consejeros regionales para Europa. Machado es funcionario de Icona en Canarias. La contribución económica de España a la UICN es lo suficientemente importante como para que figure entre los 15 países citados como fuentes de apoyo financiero en la memoria de 1992.

Financiación

La financiación de la UICN procede de muy distintas fuentes, pero entre ellas son importantes los organismos de Naciones Unidas como el PNUMA, la FAO y la Unesco, que llevan tiempo intentando que los miembros de los países en desarrollo tengan una mayor representatividad. A pesar de estos esfuerzos, el nuevo director general de UICN es el diplomático neozelandés David McDowell elegido en octubre por el consejo de la organización. McDowell sustituirá en abril al británico Martin Holdgate, que ocupa el cargo desde 1988. El presidente es Sir Shridath Ramphal, ex secretario general de la Commonwealth británica, originario de Guyana.