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El Centro Pompidou rescata la obra del arquitecto Pierre Chareau

Muebles y maquetas reafirman su presencia, en el diseño actual

la primera exposición monográfica dedicada al arquitecto francés Pierre Chareau (Burdeos, 1883-Long Island, 1950), abierta en el Centro Georges Pompidou. de París hasta el próximo día 17 de enero, ha revitalizado el interés por uno de los diseñadores emblemáticos del art déco y quizá el gran olvidado al resurgir la moda y él estilo de los años veinte.

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Un hombre que se hizo a sí mismo

Hasta el número 31 de la calle Saint-Guillaume, un recoleto pasaje del viejo París, se han desplazado desde hace años estudiantes, arquitectos consagrados y diseñadores. Era una peregrinación con tintes de rito secreto, pues la Maison de Veri,e, obra cumbre de Pierre Chareau, no es tan fácil de ver. Una vez obtenida la cita, y cuando finalmente se consigue entrar, se entiende mucho mejor la arquitectura de interiores del período conocido como art decó y se justifica la veneración que se le profesa en todos los ambientes del diseño contemporáneo.Después de años de silencio y olvido, en 1984 la editorial Du Regard lanzó un costoso y enorme libro que reúne prácticamente toda su obra, biografía y archivo; más recientemente, la casa alemana Tashken ha editado uno de bajo coste que pone a disposición del interesado los principales elementos de su estética. El volumen de Regard es insustituible por su rigor, pero el gran mérito de la conservación del patrimonio artístico de Pierre Cherrau es de una asociación llamada Ámis de la Maison de verre, que ha luchado denodamamente para que la crítica especializada actual reconozca su larga sombra sobre el mueble actual.

El Centro Georges Pompidou ha organizado una soberbia exposición que es la primera que se hace sobre este hombre visionario. El museo parisino ha reunido un centenar de piezas entre muebles, bocetos, amparas, una maqueta de gran tamaño de la Maison de Verre. (1928-1932), y la reproducción a escala natural de uno de los proyectos más ambiciosso de Chareau: el despacho-bibliotecia para un embajador francés (1925), mostrado en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París, con su novedoso techo circular y abatible.

Pierre Chareau asombra por su poder de síntesis material y la segura geometría en la línea de sus muebles, suceptibles hoy de ser reproducidos. Quizá lo más destacable es su interés por la lámpara como objeto escultorico y útil a la vez en que se siente la cercanía de las tendencias escultóricas poscubistas con el uso del hierro.

La investigación formal de Chareau por los muebles estructurados en un espacio fijo, está presente en la muestra a través del ejemplar armario bajo de 1927. A principios de los años treinta la proliferación del uso del tubo de acero en el mobiliario abre nuevas perspectivas que Chareau ve enseguida. Es su más cercano momento a una producción industrial, aunque no iría tan lejos como Marcel Breuer, Mies van der Rohe o Walter Gropius. Sus banquetas y mesas bajas con tapa de grueso cristal han sido copiadas posteriormente de apócrifa y fraudulenta hasta la saciedad, pero también Pierre Chareau ha inspirado operaciones más honestas de cita literal en varios diseñadores cotemporáneos, como Mariscal, que con su lámpara de fluorescentes se acercó sin rubor al concepto dinámico de Le religieuse, pero en vez de las pantallas triangulares de alabastro colocó lámparas desnudas.

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